Por Javier Nicolás Baroli (Corresponsal LBD en Río Gallegos)
Parece no tener fin la última Copa Libertadores para Xeneizes y Millonarios. Si bien hay un resultado y un campeón, ante el TAS se busca una definición que excede lo deportivo.
La historia de aquella postergada final del certamen continental que por los bochornosos echos de violencia debió mudarse al Bernabeu y en donde los dirigidos por Gallardo se impusieron por 3 a 1, parece sumar un nuevo capítulo que lejos está de enmarcarse en una cuestión deportiva.
Es que en España y ante el tribunal del TAS Boca reclama la Copa Libertadores y sanciones económicas para su archirival. Por su parte River y sus abogados buscarán desestimar dichas acusaciones para no modificar nada de lo que ya se definió en un campo de juego.
Sin embargo especulaciones hablan de una posible e importante sanción para River pero sin modificaciones en el resultado del partido final.
Más allá de la definición, el fútbol quedará en un segundo plano para ser una batalla que se define judicialmente salpicando al emblemático deporte. Esta vez la pelota se manchó.
