Por Javier Nicolás Baroli (Corresponsal LBD en Río Gallegos)

Inevitablemente, se me hace un nudo en la garganta al tener que escribir sobre el anuncio de fin de ciclo del «Muñe». Sólo resta decirte «gracias por tanto» y «hasta pronto».

El anuncio finalmente llegó. Todos sabíamos el final de la película, pero no queríamos que llegue. Despojados de colores y camisetas, todos fuimos testigos de la impronta que le aportó al fútbol Argentino. Saber que ese salto de calidad que le supo imprimir a propios y ajenos llega a su fin, nos duele a todos.

Es que Marcelo Gallardo potenció a todos. A los suyos, por esa sana ambición de siempre querer ser mejores e ir por más. Por esa capacidad innata y constante de siempre reinventarse. Para los rivales, de intentar ser mejores para ganarle, no sólo a River, sino a Gallardo.

Coherente, tanto en las palabras como en los actos. El «Muñeco» priorizo siempre las formas ante que los resultados. A veces salió, otras no, lo cierto es que jamás claudicó en su idea. Eso tal vez lo hizo ser un verdadero revolucionario de un fútbol Argentino, que por momentos parece ir en la dirección contraria.

Despues de ocho años y medio, el romance eterno con el hincha Millonario, se toma un tiempo. Como todos sabíamos el final de la película, también sabemos que habrá un segundo capítulo, un reencuentro en un amor sin principio ni final.

Hasta tanto, quedará solo agradecer haber sido contemporáneos del señor Marcelo Gallardo. En nombre de todo el fútbol argentino, nuevamente, gracias por todo, maestro.