Por Javier Nicolás Baroli (Corresponsal LBD en Río Gallegos)
Argentina culminó una nueva fecha FIFA dejando una imagen totalmente distinta a la exhibida en el reciente mundial de Rusia. Nombres nuevos, una renovación necesaria pero por sobre todas las cosas hambre y sentido de pertenencia a una camiseta con mucha historia.
Lo adelantamos en La Bestia Deportiva en la previa a estos dos encuentros. Argentina debía encarar estos dos juegos internacionales con otro ímpetu.
Y así fue. Mas allá de los resultados, los dirigidos por Scaloni debían demostrar que el cambio debe ser estructural, de fondo.
Y asi fue. Presión en toda la cancha, toques rápidos, de primera. Juego asociado, sin individualidades ni lujos innecesarios.
El primer rival, Guatemala, tal vez no era el parámetro como para determinar la ejecución de una idea futbolistica, ya que no estaba a la altura de las circunstancias.
Sin embargo el 3 a 0 sirvió para tomar envión y como primera impresión para el ambiente del fútbol. Gonzalo Martínez, Lo Celso y Giovani Simeone fueron los golpeadores del debut de la era Scaloni.
Con aroma a café
Colombia fue el segundo rival. Y si bien, al igual que Argentina se encuentra en un proceso de renovación y busqueda de un cuerpo tecnico, presentaba la base de jugadores que cumplió un muy buen papel en Rusia 2018.
Pese a las exigencias del rival y al empate en cero, Argentina mantuvo su idea de juego pese a que el entrenador cambió prácticamente todo el equipo que días atrás había presentado.
Es decir, que en estos dos partidos primó una idea más que nombres personales, y eso es muy bueno.
A la espera de confirmaciones, el próximo rival será Brasil. Prueba de fuego y tal vez el partido que determine la continuidad de este cuerpo técnico.
Lo cierto es que cada jugador jugó en su posición y supo a que jugaba, cosa distinta al anterior seleccionador. La renovación está en marcha, y se avizoran aires nuevos.
