Por Matías Pouso (Corresponsal LBD en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires)
El número 1 del mundo renació de las cenizas en la final del Masters 1000 de Madrid y dio vuelta el tanteador para imponerse 2-6, 6-4 y 3-0 sobre el japonés Kei Nishikori, quien no pudo terminar el encuentro debido a una molestia en su pierna derecha.
En la capital española, el duelo por la corona sería entre el hijo pródigo y un guerrero de tierras lejanas. El Rey Nadal se enfrentaba a un joven caballero de la tierra del sol naciente llamado Kei Nishikori.
Para el mejor del ranking fue la final número 39 en esta categoría (27 títulos, incluido Madrid 2014), mientras que el número 12 del mundo disputaba su primera final de Masters 1000, y la primera para un tenista japonés.
Nishikori debió batallar cerca de tres horas para acceder a esta final en la semi frente a David Ferrer, este sobreesfuerzo se notó este domingo desde las primeras bolas.
El nacido en Shimane buscaba acortar los puntos con golpes agresivos y arriesgados para evitar los peloteos largos. Su primer servicio y su velocidad de piernas también fueron puntos claves para su dominio en el primer set.
Dos errores de derecha y una doble falta de Nadal le otorgaron a su rival un par de puntos de quiebre, de los cuales aprovechó el segundo tras un rally espectacular, coronado por un smash de revés en la red.
Nishikori continuó atacando con su revés y llegó a conectar 13 tiros ganadores con ese golpe. El asiático amplió su ventaja con un segundo quiebre para el 4-1, para luego cerrar el set con un ace luego de 36’ de juego.
En el segundo set, Nishikori volvió a adelantarse con un quiebre hasta ponerse 4-2 arriba en el marcador. En ese momento Nadal ganó su servicio, luego quebró al japonés, y desde ese juego todos los games restantes quedaron en manos del zurdo máximo ganador de Masters 1000.
A medida que el físico del nipón se deterioraba, el ímpetu de Rafa crecía. En un dramático giro de acontecimientos, Nadal encontró la llave para quebrar y quedarse con el set por 6-4 ante un rival que caminaba en una sola pierna.
Nishikori no quería rendirse, salió a jugar el tercer set rengueando pero sabía que finalizar el encuentro era una misión imposible. Cuando el tanteador acusaba un lapidario 3-0 para Nadal, el japonés tiró la toalla y le permitió al manacorí coronarse campeón por cuarta vez en su carrera en Madrid.
La acción en el mundo del tenis no se tomó ni una hora de descanso, ya que mientras se disputaba la final en España, en Italia comenzó la primera rueda del Masters 1000 de Roma. En esa instancia, Pico Mónaco fue eliminado a manos de Tommy Robredo por 7-6 (3) y 6-4; el único argentino que sobrevive en el cuadro principal es Federico Delbonis que mañana enfrentará al croata Ivan Dodig.
