Carlos Berlocq puso en ventaja al conjunto nacional al vencer a Philip Kohlschreiber por 7-5, 2-6, 6-4 y 4-5 y abandono; luego fue Juan Mónaco quien estiró la ventaja en un gran encuentro que lo tuvo como vencedor sobre Florian Mayer por 6-7 (4), 6-3, 6-3 y 6-4. Mañana podría definirse la serie cuando David Nalbandian y Horacio Zeballos se enfrenten a una pareja alemana cuya formación todavía es una incógnita.

Solo algunos optimistas pronosticaron que al final del primer día de esta serie los conducidos por Martín Jaite se encontrarían con una ventaja tan contundente. Sin embargo, la suerte se inclinó para nuestro lado, y a esa fortuna la acompañaron el coraje y las grandes actuaciones de los tenistas argentinos.

Charly Berlocq jugaba su segundo partido como singlista en este certamen, su única presentación había sido en las semifinales del año pasado cayendo ante Tomas Berdych. Aquel día el checo ahogó rápidamente las ilusiones del oriundo de Chascomús y lo barrió en tres sets.

La previa del partido de hoy no generaba muchas esperanzas en el público local, por lo menos no en ese primer partido, ya que el alemán número 19 del mundo tenía una ventaja de 3-1 en el historial y sus cuatro títulos ATP lo confirman como un jugador de temer.

Pero en la cancha toda estadística quedó de lado, no hubo diferencia de ranking ni los partidos previos influyeron en lo anímico. El alemán pegó primero, logró concretar las dos oportunidades de quiebre que tuvo en el primer set, y luego de 42 minutos se puso adelante en el marcador.

La segunda manga tuvo un desarrollo mucho más parejo, ambos jugadores mantuvieron sus servicios hasta el 5-5, ahí fue cuando Charly logró un quiebre que luego afirmó para igualar el marcador en un set por lado. En el tercero fue el teutón quien nuevamente tomó la iniciativa y con un sólido juego desde fondo de la cancha se quedó con el parcial por 6-2.

Con las chances totalmente en su contra, y un rival que no le daba respiro, Berlocq salió a jugar el cuarto set con el ánimo intacto. Un solo quiebre le bastó para estirar el partido a un quinto set.

Pasadas las tres horas de juego y con un calor agobiante que no daba tregua, ambos tenistas buscaban darle el primer punto a su nación en una serie por demás reñida desde la previa. Todo seguía parejo hasta que en el séptimo game Kohlschreiber fue a buscar un drop en la red y sufrió una grave lesión en una de sus piernas.

Luego de unos minutos de atención médica el número 19 del ranking volvió a jugar, pero a esa altura ya no podía ni siquiera sacar con normalidad. Sorpresivamente, ganó ese game, pero cuando Berlocq sacaba 40-0 en el 4-5 el alemán dijo basta y todo el equipo argentino celebró el primer punto de la serie.

Minutos más tarde sería el turno de Pico de estirar la diferencia, su rival sería Florian Mayer, contra quien se encontraba 1-5 en el historial. Con la presión de ser el número 1 argentino y de tener todo un equipo dependiendo de él, el tandilense salió a la cancha a confirmar que puede ser un jugador copero.

Arrancó perdiendo el primer set en un tie-break muy parejo, pero rápidamente se repuso y no escatimó en tiros ganadores en uno de esos partidos que la confianza vale más que el talento. Poco menos de tres horas le demandó a Pico quedarse con el match y poder festejar con un público poco numeroso pero que soportó una jornada infernal con picos de 38° de temperatura.

El pronóstico para el resto de la serie es más que esperanzador para el equipo de Martín Jaite, ya que los alemanes perdieron a su as de espadas, es imposible que Kohlschreiber vuelva a jugar en los próximos dos días por la gravedad de su lesión.

Es por eso que mañana Nalbandian y Zevallos tendrán que esperar hasta una hora antes del partido para conocer a sus rivales, probablemente sea Tobias Kamke quien acompañe a Christopher Kas en el doble visitante. Pero como dijo Pico, tenemos fe, todos saben lo que es el Rey.