Por Oscar «Huevo» Sánchez (Colaboración Especial para LBD)
Una vez más el entrenador gentilmente nos permite compartir su crónica del momento actual del base argentino en la NBA, lo compartimos.
El juego de anoche será difícil de olvidar para Facundo y para todos nosotros, que nos deleitamos desde el sillón de casa.
Fue maravilloso su despliegue en ambos costados del campo. Varios fueron los motivos de semejante performance.
Aquí algunos de ellos: En defensa estuvo activo como siempre. A los americanos y a la liga los está sorprendiendo, pero a nosotros, los argentinos, no.
El incentivo que tiene es producto de abandonar ese juego de picar en punta y quedarse chiquito en un córner, para pasar a ser el dueño en un 75% del balón, desde la franja defensiva con pase, ahora si, a él, para que la suba y genere.
La única excepción es cuando toma el rebote ese monstruo de Nikola Jokic, que seguramente en infantiles habrá jugado de base en Serbia y sigue siendo su sueño plasmarlo también con 2,13. Es brillante, está perdonado.
En ataque fijo, y al convivir desde el inicio de la transición y en un cuarto campo, fue agresivo también, como lo hace en defensa, pero con el balón. Usufructuó el pick and roll y asistió (10 en total) y, además, estuvo en permanente movimiento buscando los espacios para tener su tiempo al lanzar de tres puntos (lanzo 3 de 6).
Al atacar el cesto provocó faltas y en la línea, y en cualquier momento del juego, no falló.
Tener el balón con mayor asiduidad le dio la posibilidad de tener 10 pases gol, o 13 como en el juego anterior. Sin él es imposible.
Ataca, por más que deba pasar líneas defensivas llegando a tierra de gigantes, y descarga en la mayoría de estas acciones. Esta actividad ofensiva lo POTENCIA, sin dudas, para cubrir varios de los casilleros estadísticos, como lo realizó anoche.
La confianza de su entrenador es clave en todo este presente. Si un debutante juega casi de promedio 28 minutos y sale de titular es porque su coach confía totalmente en semejante responsabilidad.
Fue una noche soñada. Este chico, seguramente, no durmió.
No hay dudas, por lo menos para mí, que estamos ante la presencia del mejor BASE DE LA HISTORIA de nuestro país. Nadie ha logrado una progresión deportiva como él, teniendo mucho más valor por su escasa estatura, viendo que hasta Rocky, la mascota de Denver, es más alto que él.
Tremendo, Disfrutalo man!