Por Javier Nicolás Baroli (Corresponsal LBD en Río Gallegos)
River Plate se consagró campeón de la Liga Profesional de fútbol tras superar a Racing por 4 a 0. Marcelo Gallardo, el DT más ganador de la historia millonaria, pudo gritar campeón.
De pie señores. «El más grande sigue siendo River Plate» reza la canción, y ayer quedó demostrado. El mayor logro de este plantel, fue haber superado toda adversidad para alcanzar sus objetivos.
Con casi medio plantel lesionado, con convocatorias a eliminatorias multitudinarias, con un DT que partido tras partido logra reinventarse, River consiguió el único título que le faltaba en la era Gallardo, que paradójicamente, en la noche más feliz de todas, parece comenzar a llegar a su fin.
Del juego propiamente disputado anoche, poco para decir. Racing y Gago padecieron una vez más a su mayor karma, River Plate. Un equipo sin rumbo, desorganizado, sin brújula.
Los de Nuñez sabían que asistían a una fiesta en la que no faltaba nada, y así fue. River entró a la cancha sabiéndose campeón, como lo hizo desde la fecha uno y el resultado quedó plasmado en el score final.
El «Millonario» fue el más parejo y regular de todos, con fortuna en algunos casos, jugando no siempre de la mejor manera pero sin renunciar a la idea de su entrenador, ser siempre protagonista, no ceder la iniciativa al Rival y siempre dejar todo en la cancha.
El ADN de Gallardo brillo en cada actuación por eso, hace tiempo en el fútbol local, no se veía un campeón con tanta antelación, pero sobre todas las cosas, un campeón con tanto merecimiento.
La Bestia Deportiva te dice salud campeón, salud «Millonario».