Por Matías Pouso (Corresponsal LBD en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires)
Este sábado en el estadio de Vélez Sarsfield el boxeador oriundo de Quilmes se enfrentará al inglés Martin Murray en lo que será una de las mayores citas pugilísticas de las últimas décadas en nuestro país. A sus 38 años, Maravilla se encuentra en el pico máximo de su carrera, lugar al que llegó, en gran parte, gracias a su victoria del año pasado sobre Julio César Chávez Jr. en Las Vegas.
Ya pasaron más de 10 años desde su partida a España cuando buscaba nuevos horizontes junto a su mujer y sus hijos, huyendo de la crisis que azotaba nuestro país. Y en todo este tiempo, a base de sacrificio, trabajo y talento, Sergio se ganó un lugar en la elite del boxeo mundial.
Hay que remontarse al año 2002 para encontrarnos con el último combate que peleó en Argentina, pero el de este próximo sábado contra Murray tendrá una importancia mucho mayor que aquel contra el neuquino Francisco Antonio Mora, ya que la defensa del título mundial de los pesos medianos estará en juego.
En frente tendrá a un durísimo rival, el británico llega invicto con 25 victorias, 11 de ellas por knockout y un empate. Además cuenta con el beneficio de no tener ninguna presión sobre sus hombros, se lo vio distendido en toda esta semana que lleva en nuestro país y hasta se tomó un recreo de sus entrenamientos para conocer el estadio José Amalfitani el viernes pasado durante el partido entre Vélez y Newell’s.
Por su parte, Martínez llegó al país el domingo y rodeado por numerosos custodios privados, admiradores, periodistas y curiosos, comenzó a palpitar una de las semanas más especiales de su carrera, que finalizará con el combate del sábado. El fanático de River Plate contó que «Estoy muy feliz.
Estoy por cumplir un sueño de los grandes. Hacía más de once años que esperaba este momento, pelear en la Argentina». Además dejó en claro el óptimo estado al que llega a la contienda, expresando que «Del 1 al 10 estoy en un 11. Estoy preparado mejor que nunca», cuya base de entrenamiento fue en España, país donde reside la mayor parte del año.
Acompañado en todo momento por su entrenador Pablo Sarmiento, Maravilla recibió el cariño de sus fanáticos y auguró un triunfo, sin embargo fue cauto en sus declaraciones porque tiene un profundo respeto por su rival. «Ojalá yo pueda ganar por nocaut. Para mi rival será una aventura muy importante. Tiene mucho que ganar y poco que perder. Que disfrute estos días en Buenos Aires. Espero que se vaya lastimado de la cancha de Vélez.»
Este viernes a las 10.30, en el hotel Sheraton se realizará la ceremonia de pesaje. Después de eso solo les quedará a los protagonistas calzarse los guantes y subir al cuadrilátero al otro día. El pronóstico climático para esa jornada no es auspicioso, pero en la organización tienen fe que la noche será espectacular tanto dentro del ring como en la atmósfera. Por lo pronto, ya todos estamos ansiosos por que llegue el momento en el que el gran anunciador Michael Buffer pronuncie las palabras mágicas “Let’s get ready to rumble!!”.