Por Javier Nicolás Baroli (Corresponsal LBD en Río Gallegos)
Increíble, insólito pero real. River tropezó ante el local y en definición por penales dejó pasar la chance histórica de jugar la final para ser el mejor del mundo. Enzo Pérez erró el único penal de la serie. Ahora irá por el 3° y 4° puesto.
Sucedió lo impensado. Y dejó en claro que en el fútbol no hay merecimientos, por lo menos en la previa. Es que River llegaba con un envión anímico y futbolistico único tras dejar a Boca en aquella épica final en el Bernabeu. Los antecedentes lejos estaban de hacer presagiar esta definición.
En los 90 minutos se vio a un River impreciso, desconcertado. Dubitativo en defensa. Pese a esa imagen se iba al descanso arriba 2 a 1. Sin embargo en los segundos 45 minutos volvió al estado inicial lo que le permitió a su rival lograr el empate, resultado que sería el definitivo para llevar la definición a los penales, previo a un alargue sin grandes cambios futbolísticos en los dirigidos por Gallardo.
La definición por penales mostró a un equipo local seguro, confiado en sus definiciones. Armani estuvo cerca en 3 de los 5 penales, pero sólo estuvo cerca. Así, el Millonario llegó al último penal con la posibilidad de empatar la serie, pero Enzo Pérez no pudo convertir para desatar la alegría local pero fundamentalmente para despertar un mar de dudas y análisis en torno a la presentación del equipo Argentino.
River subestimó al rival ? Jugó pensando en el Real Madrid más que en el Al Ain ? Lo cierto es que frente a un rival de menor envergadura, River dejó pasar una chance histórica de ganar el mundial de Clubes.
Nada opacara su memorable victoria ante su eterno rival, pero lejos estuvo el equipo de Núñez de estar a la altura de las circunstancias.