Por Daniel Campos (Corresponsal LBD en Palma de Mallorca, España)
Arrancó este fin de semana en las calles de Pekín, la primera carrera de la Fórmula E, la nueva competición de la FIA de autos eléctricos, con el triunfo del brasileño Lucas di Grassi, piloto de la escudería Audi Sport. La foto es gentileza de la FIA.
Esta nueva categoría, que podríamos denominar monomarca, ya que se trata de monoplazas con chasis Dallara, motor eléctrico Renault y neumáticos Michelin, tiene todos los ingredientes para generar espectáculo.
En la primera grilla de partida de esta novel especialidad, pudimos ver muchas caras conocidas que vienen de la Fórmula 1. Tal es el caso de Bruno Senna, Takuma Sato, Nick Heidfeld, Sebastian Buemi o Nelson Piquet jr, por citar algunos.
En esta primera prueba destacó el francés Nicolas Prost, hijo del mítico campeón de F-1, fue el más veloz, tanto en clasificación como en carrera. Tras la largada Prost, tomó la punta de competencia y no la abandonó en ningún momento, mientras era seguido muy de cerca por el alemán Heidfeld.
Tras cumplimentar las 25 vueltas al trazado callejero, la bandera a cuadros se desplegaba esperando a los pilotos de la escudería E-dams y Venturi respectivamente, hasta que en la última curva se produjo un golpe de escena.
Cuando Prost y Heidfeld peleaban por la victoria, el ex -piloto de Sauber intentó superar por el interior al francés, pero sus monoplazas se tocaron y el alemán salió despedido.
Afortunadamante, no pasó de un aparatoso vuelco y un gran susto, el piloto germano salió ileso pero ambos volantes quedaron fuera de competencia, a escasos metros de la meta.
De esta manera, Lucas di Grassi se convirtió en el primer ganador de una prueba de la Fórmula E y en el podio fue acompañado por Franck Montagny, de la escudería de Michael Andretti y de Sam Bird, del equipo Virgin.
La próxima cita de la Fórmula E, el 22 de noviembre en Putrajaya (Malasia)
