Por Gabriel Torres (Hockey para LBD)
El seleccionado femenino de hockey sobre césped cayó sin atenuantes ante una Holanda imbatible por 4 a 0. Ahora jugarán por el tercer puesto ante Estados Unidos.
Un naranjazo al corazón
Se sabía que iba a ser un partido muy difícil, pero no se esperaba esto. Tanta superioridad de una Holanda que desde el minuto uno empezó a presionar la salida del equipo argentino para demostrar ante su público que eran las mejores en lo que hacían.
El equipo albiceleste en ningún momento del partido pudo conectarse con la semifinal que estaba jugando. Luciana Aymar nunca pudo ser la maga, ya que disminuida físicamente debido a su lesión, intentó conseguir ser la manija del equipo pero le fue imposible.
Un equipo que perdió en el medio campo todo su potencial y una defensa que debido al bloqueo naranja alternó buenas con malas decisiones. Por el lado de Holanda, demostró lo alejado que está del resto de los equipos.
Un equipo que presionó en todo el campo de juego y si hubo algún descuido, estaba la arquera Joyce Sombroek bajo los palos holandeses que no por nada le han convertido un solo gol en todo el campeonato.
A los diez minutos, Waard inaugura el marcador para Holanda, a los dieciséis minutos Paumen de córner corto estira la diferencia y para seguir aplastando a una Argentina sin reacción, a los veintidós minutos Lammers convierte el tercer gol y cierra la tortura del primer tiempo.
En el segundo tiempo, Argentina se paró un poco más adelante pero no inquietó a las holandesas. Faltando poco para el final vino un nuevo gol de Lammers para terminar el partido y mostrar que fue una pesadilla para Las Leonas.
Se pudo rescatar de este 0 a 4 el gran valor de un equipo argento que siguió queriendo jugar ante la superioridad holandesa. Belén Succi, la arquera argentina tuvo un buen partido y pudo salvar un par de goles hechos si no fuera por su desempeño el resultado podría haber sido más abultado.
Ahora queda meterse en el podio, a lo que argentina está acostumbrada pero no va a ser nada fácil ante un Estados Unidos que viene en una subida permanente con respecto a su nivel.