Una vez más el campeón del mundo está en una final. Francia intentará revalidar ante una Argentina que claramente no es la misma que enfrentó hace cuatro años atrás. Será una definición apasionante. Un día antes Croacia y Marruecos dirimirán el tercer escalón del podio.

Francia esta a una victoria de hacer lo que hizo Brasil hace 60 años de la mano de Pelé, ser bicampeon mundial. A los campeones les costó solamente cinco minutos abrir el marcador ante Marruecos, quien llevaba cinco partidos más un tiempo extra sin recibir goles.

El tanto llegó después de que Mbappe rematara de zurda, la pelota rebotó en un defensor y le quedo a Theo Hernández, quien con una acrobática pirueta de volea doblegó al arquero marroqui.

Luego Francia le cedió dio la pelota a Marruecos algo que no sucedió en casi todo el mundial para el elenco Africano, en 32 minutos dió más pases, que en el total de los 90 minutos ante Portugal en los Cuartos.

A pesar de esto no se vió reflejado en tiros a puerta, porque los europeos aprovecharon los espacios de contra, primero Giroud con un zurdado le dio al palo derecho, después otra participación suya se fue a centímetros del palo.

Francia nunca  perdió un partido de la Copa del Mundo cuando finaliza ganando la primera mitad, ganó en 25 oportunidades y solo empató una vez.

Marruecos salió mucho mejor en el complemento, tuvo un 72,8% de posesión del balón en los primeros 15 minutos y por momentos el empate parecía inminente.

Pero el partido avanzaba y no se traducían en ocasiones serias de gol. A los 75 minutos, todavía habían sido superados en tiros 12-7 y habían acumulado 0,28 xG.

El disparo 13 de los frenceses fue el que sentenció el partido, despues de un rebote, le quedó a Kolo Muani para anotar (fue el más rapido en la historia desde que hay registros, 1966, para un jugador que ingresó desde el banco) tardó 44 segundos en anotar, quedó abajo de Richard Morales en 2022(16 segundos) y Ebbe Sand en 1998(26 segundos).