Por Daniel Campos (Corresponsal LBD en Palma de Mallorca, España)
La final de Copa del Rey entre Barcelona y Alavés fue para el conjunto culé por 3 a 1 con una gran actuación del argentino Leo Messi. El delantero anotó un gol y asistió, en los dos restantes. Despedida con triunfo de Luis Enrique, que deja el puesto de entrenador del Barcelona, y también fue el adiós del estadio Vicente Calderón en partidos oficiales.
Ante 45000 espectadores y con el arbitraje de Clos Gómez, el partido comenzó con el balón dividido entre los blaugranas y vitorianos, donde no estuvo muy bien el equipo catalán fue en defensa perdiendo muchos balones en la salida.
Las cosas empezaron a torcerse un poco cuando en el minuto die, en un salto Llorente y Mascherano chocaron sus cabezas y la peor parte se la llevo el argentino, que tuvo que retirarse lesionado. En su lugar Luis Enrique tuvo que poner en su lugar a André Gomes.
El Alavés fiel al guión impuesto por el técnico argentino Pellegrino se volcó contra el arco que defendía Cillesen hasta que Pique rechazó mal un balón y apareció Ibai con un derechazo que superó por lo bajo al holandés y la pelota tras pegar en el palo se paseó por la línea de gol.
El Alavés avisaba y el Barcelona rápido captó el mensaje, la respuesta llegó en forma de gol, Messi tras recibir una pared de Neymar Jr. puso la pelota junto a palo del arquero Pacheco. Era el 1 a 0 pero la fiesta duró poco y tres minutos más tarde en un tiro libre Theo la clavó en la escuadra derecha de la portería culé.
Empate 1 a 1 y vuelta a empezar, y cuando el partido se acababa y todo el mundo miraba hacia el túnel de vestuarios, Neymar en fuera de juego recogió una pelota y puso el segundo gol para su equipo.
Pero el Barcelona cerró la final de la Copa en el tiempo adicional de ese primer período, otra vez Messi se inventó una jugada imposible y asistió a Paco Alcácer para cruzar un balón y decretar el 3 a 1.
Allí se terminó de atar la victoria de los catalanes, tras la reanudación nada cambió, el marcador se mantuvo inalterable a pesar de los intentos del Alavés de descontar aprovechando algunos desaciertos de la defensa del Barcelona. De esta manera el conjunto de la ciudad condal salvó la temporada 2016-17 y no quedar con su casillero en blanco.