Por Agustín “Colo” Aguirre (Corresponsal LBD en La Pampa)

El cervecero ganó un clásico vibrante, emotivo y muy reñido ante Peñarol  por 68 a 64 con 16 de Baxley como el goleador del tricolor y un gran aporte de Romero y Maciel. El partido tuvo de todo a tal punto que “Leo” Gutiérrez tuvo que irse al vestuario para recibir siete puntos de sutura. El miércoles se vuelven a ver. La foto es gentileza de www.ligateunafoto.com

Peñarol arrancó con una idea clara, jugar al posteo de Boccia sobre Marin y le réditos se encontraron de forma instantánea los primeros 4 puntos de Peñarol los hizo el, jugando de espalda al aro.

Quilmes no encontraba el rumbo en ataque (erro sus primeros 4 tiros) no estaba efectivo y tiraba tiros forzados. Recién a los dos minutos Romero consiguió los primeros tiempos de tricolor que enseguida en la siguiente acción empato el partido de la mano del mismo Romero.

Pero a partir de ahí fue todo del “Milrayita”. En 5 minutos el partido estaba 10-4 a favor de Peñarol, porque dejo que su rival tome el tiro de tres puntos y no que pueda jugar en la pintura, la sobrecargo (por la lesión de Leiva) aceptando el desafío pero sin efectividad, los primeros 5 tiros errados.

El cervecero mejoró mucho con su marca del perímetro de Peñarol, más que nada la marca del debutante Clark sobre Leo que mejoro un montón. Entendió que el negocio era ponerle la pelota abajo a Diego Romero, quien anotó, le sacó dos faltas a Gabriel Fernández y una a “Leo” Gutiérrez. Obligando a Fernando Rivero al primer minuto (12-11), que coincidió con la rotura del reloj de 24 segundos demorando el partido más de 15 minutos.

Después del párate quedo claro que Quilmes fue el perjudicado por la levantaba que estaba teniendo, y así fue Boccia volvió encendido tuvo una ráfaga de dos dobles seguidos ante las marcas de Clark y Marin (incluida una falta y doble) y el equipo de Rivero cerró mejor el cuarto y se fue en ventaja los primeros 10 minutos (17-13).

Peñarol siguió con el dominio del juego, a tal manera que llego a sacar 8 de ventaja (22-14), de la mano de un ex Quilmes Sahdi y Giorgetti, también la defensa mejoró, robó 3 pelotas al hilo, donde pudo correr lo que más le gusta al equipo. Todo parecía perfecto, la entrada del “Colo” Wolkowyski, hizo que Rivero arriesgue, dejo descanso un rato a “Leo” Gutiérrez y puso a Ale Diez de pivot, a Franco Giorgetti de ala-pivot y la funcionó bien.

La ventaja se fue a 10 puntos 26-16. Quilmes no sabía por dónde atacar a la defensa de Peñarol que estaba muy activa. Pero una serie de recuperos en defensa de Quilmes y la aparición de Vildoza en el juego le dio al cervecero la chance de achicar rápidamente (27-23) con parcial 0-7.

El cervecero más allá de que se puso en partido no se amigaba con el aro desde los 6.75 (2/14 en el primer tiempo) eso le permitió a Peñarol tener en claro lo que tenía que hacer: cerrarse, tomar los rebotes y si podía correr. Todo venía perfecto hasta que cuando el reloj marcaba 3:07 una pelota suelta hace que Gutiérrez se tire al piso junto a Vildoza, el jugador de Quilmes con el afán de lograr la recuperación la da un codazo en la frente al campeón olímpico, quien fue llevado directo al vestuario donde le dieron 7 puntos de sutura.

Peñarol tenía una prueba de riesgo jugar sin su máxima figura y a lo que agregaba la lesión de Boccia en la misma jugada de doble preocupación. El “milrayita” fue más en el primer tiempo y se fue al descanso largo arriba por 6, 39 a 33.

Para el segundo tiempo ingreso Gabriel Fernández para atacar a Romer y Ale Diez hasta que terminen de vendar a “Leo” Gutiérrez. Pero de a poco Quilmes empezó a entrar en juego con muy buenas defensas.

Con el ingreso nuevamente de Gutiérrez al match, Clark fue el encargado de marcarlo y lo hizo de manera brillante a tal punto que Quilmes pudo pasar por primera vez al frente 45-44 luego de ir perdiendo 41-33.

No obstante con la 4 falta de Clark y Maciel, Ramella tuvo que reorganizar el equipo y ahí puso a Maciel de alero, Wolkowyski de ala pivote y Diego Romero de pivote.

Con buenas intervenciones de Sahdi y Konsztad el doble base que elegio Rivero Peñarol todo de nuevo la riendas del partido 53 a 49 con un poco mas de 3 minutos para el final de partido, el match se volvió agradable no tanto por el juego sino por la intensidad que imprimían ambos conjuntos.

Con el descanso de Sahdi Peñarol volvía a ser ese equipo que no tenía pase y se empezó a desesperar, “Leo» Gutiérrez golpeado se transformó en un juego 100 % para Quilmes. La defensa entendió muy bien de qué manera Adrián Boccia podía lastimarlo menos y gracias a ello ganó el parcial 20-14 para entrar el último cuarto empatado en 53.

Los últimos diez minutos de partido se jugaron con mucho nerviosismo, tal el punto que se tardó  dos minutos y medio en cortar la paridad. Rivero puso a Ale diez de 3 y Leo de 4. Pero eso le leyó bien Quilmes, porque Maciel se fue de Alero para ganar no tanto en centímetros pero si en fuerza y Clark pudo convertir su primer triple en la era Quilmes desde el eje de la cancha ante un “Leo” que estaba más atento a lo que podía hacer Romero en la pintura.

Gracias e esto se vio el mejor Quilmes del partido que se pudo despegar  (56-64 con 3:40) con parcial 11-0. Pero rápidamente Peñarol volvió a la vida con los posteos de Boccia para descontar la ventaja y ponerse a tiro 64-66 a falta de 1:06.

El  cierre fue a pura angustia. Primero Cequeira convirtió un libre de dos y luego “Leo” Gutiérrez tiró un triple de nueve metros con 7 segundos en el reloj porque estaba completamente solo, pero increíble mente la pelota entro y salió del aro. Quilmes volvió a proteger el rebote. Marín puso las cosas a cuatro puntos (64-68) para dejarle a Peñarol solo 6 segundos para algún milagro, que finalmente no se produjo.

Quilmes arrancó ganando el primer clásico de la temporada, sabiendo que no jugó bien pero pudo ganar, algo importante ante un Peñarol que extrañó demasiado a Campazzo en la conducción y Leiva en la pintura. El miércoles se jugará un nuevo clásico otra vez en el “Malvinas Argentinas”.