Por Javier Nicolás Baroli (Corresponsal LBD en Río Gallegos)
En el partido de ida por las semifinales de la Copa Libertadores de América, el Millonario fue amplio dominador de las acciones y derrotó con justicia a Boca por 2 a 0.
Ganó y gustó. Claro dominador de principio a fin. A River parece caerle bien los cruces mano a mano con su rival de toda la vida.
Y todo se sustenta desde su máximo estratega, Marcelo Gallardo. Desde aquel correcto penal sancionado, luego de ser consultado el VAR a los 7 minutos, el partido fue un monólogo para los de Nuñez.
Borre de penal y Nacho Fernández en el complemento le dieron cifras definitivas a los primeros 90 minutos de la serie.
Boca prácticamente no generó situaciones de gol, pese a que terminó jugando con 4 delanteros.
Un equipo largo, sin conexión entre los volantes y los puntas. River por su parte mostró sus múltiples variables ofensivas situación que se vio reflejada en el resultado final.
Los puntos altos del local pasaron por De la Cruz, Enzo Pérez, Nacho Fernández y Milton Casco. En la visita se destacó Izquierdoz y Andrada quien evito que la diferencia haya sido mayor.