Por Javier Nicolás Baroli (Corresponsal LBD en Río Gallegos)
En una final sin precedentes y con una supremacía notoria, River superó con autoridad a Racing por 5 a 0 y se consagró campeón de la Supercopa Argentina.
Abrumador y con una autoridad pocas veces vista en una final. River superó sin atenuantes a Racing por 5 a 0 con goles de Borré, Álvarez, De La Cruz, Miranda y Suárez para sumar una estrella más a sus vitrinas.
Racing, que durante 60 minutos supo controlar el asedio del «Millonario», cayó en sus propios errores y le cedió espacios a River para recibir una ráfaga de goles que lo fué dejando nockout, desatando una lluvia de críticas a su entrenador Juan Antonio Pizzi y a gran parte del plantel profesional.
River, que supo reemplazar las bajas de Nacho Fernández, Pinola o Montiel y ser fiel al estilo de juego de su entrenador, lo que se vió reflejado en un abultado resultado. River volvió a su sana costumbre, gritar campeón y levantar otra copa.