Por Javier Nicolás Baroli (Corresponsal LBD en Río Gallegos)
Hispano se impuso con autoridad por 99 a 82 ante Obras. La victoria del Celeste es la segunda consecutiva en la temporada 2017/18.
Marcelo Richotti entrenador del elenco Santacruceño destaco el aporte desde la banca y la solidez defensiva mostrada en los 40 minutos.
Ante su gente Hispano quiere ir forjando un verdadero templo, un reducto al que quienes visiten Rio Gallegos, lo hagan con la premisa de que el Celeste, de local “se hace fuerte”.
Es que las dos victorias consecutivas, ante Boca en tiempo suplementario y ante Obras en la jornada de ayer, parecen ir de apoco mostrando la esencia del equipo de Richotti, intenso en defensa y con variables en la ofensiva, además de un sólido aporte desde la banca.
El de ayer, en la previa, no era un partido fácil, Obras dirigido por el mítico “Negro” Romano, venia de hacerle un verdadero partidazo a San Lorenzo, por lo que para propios y extraños, el “Tachero” no era un rival fácil de sortear.
Sin embargo, y de la mano del americano Blackwell, Hispano fue forjando una actuación convincente, apoyada en el juego en la zona pintada, ahí la experiencia pudo mas que la juventud de muchos de los pibes de obras, como así también pudo con la verdadera legion de extranjeros con la que cuenta el equipo de capital federal.
Sumado al buen juego interno, apareció el perímetro de la mano de Tabarez, O´bannon y Podesta, nada podía salir mal con todas las líneas ofensivas cubiertas.
Un dato no menor, es que el Celeste de Santa Cruz, marcha primero en asistencias, sustentado en los aportes de Ciorciari, pero fundamentalmente en Nicolás Paletta, quien desde el banco aporta partido a partido un juego explosivo y dinámico.
Hispano parece ir encausando el rumbo, luego de un comienzo dubitativo y errático.
Richotti y sus dirigidos parecen ir afinando la puntería y encontrando el horizonte que la brújula del buen juego parecen señalar.
El camino es largo, la reversión de un comienzo complicado, parece que de a poco, va quedando atrás.