Por Martín Velasco (Corresponsal LBD en Córdoba). El conjunto de Parque Patricios forzó los penales ante el complicado Independiente Santa Fe, pero fue poco efectivo y los de Bogotá se quedaron con la Copa Sudamericana. Igualmente, concluyeron un gran torneo, muy cerca de conseguir su primera estrella internacional.
Tras la igualdad en Argentina, los de Eduardo Domínguez viajaron a tierras cafeteras con toda la ilusión sobre sus hombros. El partido en si fue parejo, a un ritmo lento y con poco dominio del local, salvo en algunos pasajes del juego.
En la primera mitad la más clara fue para Huracán, cuando las acciones recién comenzaban. Wanchope Ábila apuró al arquero Zapata, robó la pelota pero se quedó sin ángulo para definir. El resto del encuentro tuvo a Santa Fe con algunas aproximaciones, sobre todo de pelota parada. La tuvo Angulo y también Seijas, pero en ambas ocasiones Marcos Díaz hizo valer su seguridad.
Concluidos los 90 hubo que darle paso al alargue, instancia en la cual nada se modificó, salvo las piernas cansadas y el físico abrumado por la altura del conjunto Quemero, que aguantó, dejó pasar el tiempo y forzó los tiros desde el punto penal, donde hasta el momento había sido infalible.
Robinson Zapata le atajó el primer disparo a Bogado y Omar Pérez, con algo de fortuna, puso en ventaja a Independiente. Nervo volvió a fallar y estrelló el segundo penal en el travesaño. A continuación, Seijas anotó y estiró la ventaja a dos para Santa Fe. Mancinelli, el único que metió para el Globo, encendió las esperanzas con su conquista; pero Balanta la clavó del ángulo para los colombianos. Ahora si era a todo o nada, y en eso Huracán se quedó sin nada, ya que el remate de Patricio Toranzo dio en el travesaño y coronó a los de Bogota.
LA DEFINICIÓN DESDE LOS DOCE PASOS