Por Matías Pouso (Corresponsal LBD en CABA)
El correntino venció en la final del ATP 500 a Florian Mayer por 6-4, 4-6 y 6-3, tras una hora y 57 minutos de juego. Entró al torneo como lucky loser y terminó levantando el segundo trofeo de su carrera.
Mayer versus Mayer, un enfrentamiento que rara vez se da en el circuito ATP. El de este domingo fue el tercer duelo entre el argentino y el alemán, y gracias al triunfo en la final de Hamburgo, ahora el historial lo lidera Leo por 2-1.
La ciudad germana le sienta bien al Yacaré, allí había ganado en 2014 el único torneo que tenía en su vitrina hasta esta semana. En aquella oportunidad, su víctima había sido David Ferrer, ahora le tocó derrotar nada menos que al crédito local y tocayo de apellido.
Este fue un título que difícilmente el correntino haya imaginado al comenzar la semana, ya que hace menos de siete días había caído en la última instancia de la clasificación contra el local Rudolf Molleker.
Sin quererlo, uno de los responsables de este título fue el eslovaco Martin Klizan, quien se retiró por una lesión y le permitió a nuestro Mayer acceder al cuadro principal como perdedor afortunado.
En la primera ronda dejó en el camino al primero preclasificado del torneo, el español Albert Ramos Viñolas. Después vinieron los triunfos contra Jan Lennard Struff, Jiri Vesely y luego la semifinal 100% argentina frente a Federico Delbonis.
Cabe destacar la labor de los tenistas nacionales esta semana, además de Mayer y Delbonis, Schwartzman y Nicolás Kicker alcanzaron los cuartos de final del torneo teutón (también estuvieron presentes Charly Berlocq y Horacio Zeballos, quienes cayeron en la primera y la segunda rueda respectivamente).
El título le otorga a Leo 500 puntos que lo pondrán entre los mejores 50 tenistas del ranking mundial, gran logro ya que hace una semana estaba afuera del top 100.
Es el primero en el año para el tenis argentino, el último en celebrar había sido Juan Martín Del Potro en Estocolmo en octubre del año pasado.
Las claves del triunfo del Mayer argentino fue su sólido servicio, haber podido tener la mente fría para soportar la condición de visitante y porque aprovechó muy bien las oportunidades que tuvo en cada set para adelantarse en el marcador.
Tras varios meses de inestabilidad y con la mente un poco distraída del circuito (fue padre por primera vez a principio de año), este título seguramente le servirá al correntino para volver a enfocarse en volver a meterse en la elite del tenis mundial.