Por Matías Pouso (Corresponsal LBD en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires)
El número 5 del mundo se coronó campeón del ATP 500 de Barcelona al vencer a su compatriota Nicolás Almagro por 6-4 y 6-3, logrando así su octavo trofeo en suelo catalán y el cuarto en esta temporada. Fue la décima victoria en igual cantidad de partidos disputados frente al número 12 del mundo.
Quien haya pensado que Rafael Nadal jamás volvería a ser el mismo luego de que las lesiones tuvieran a maltraer su cuerpo por más de medio año, no podría haber estado más equivocado.
El toro de Manacor volvió en 2013 con su talento intacto y con sed de revancha por todo lo que se perdió durante la última mitad del 2012. Llegó a la final de los seis torneos que disputó esta temporada y solo perdió dos de ellas (contra Zeballos en Viña del Mar y Novak Djokovic en Montecarlo).
Hoy Rafa volvió a ser la máquina imbatible que suele ser y en poco más de media hora despachó a su compatriota. El duelo comenzó con una doble ruptura de servicio por parte de Almagro que Nadal pudo revertir para luego quedarse con la primera manga por 6-4.
En el segundo set, el murciano se fue frustrando poco a poco al ver que Rafa no erraba prácticamente ningún golpe y además sumaba tiros ganadores en los momentos claves, así fue como logro un quiebre en el servicio de Almagro para ponerse 4-1 arriba y encaminar el pleito a una victoria casi segura.
A pesar de los dos games que pudo sumar el doceavo jugador del ranking con su servicio, Nadal se mostraba muy firme con su servicio y fue con él que sentenció el partido y el torneo. Según palabras de Almagro: «Rafa es un monstruo que está por encima de los demás en esta superficie», por lo que el único que podría hacerle frente en estos tiempos es el número 1 del mundo Novak Djokovic.
«Hoy ganaba el que mejor se adaptaba a las condiciones, y ese fui yo. A medida que avanzaba el partido he ido subiendo mi nivel. En el segundo set no he tenido ningún despiste y he estado sólido con mi servicio», dijo Nadal. Y añadió que «Estoy en un buen momento. He conseguido cuatro torneos y dos finales. Los resultados son fantásticos, mucho mejor de lo que yo esperaba tras haber estado parado casi siete meses. Ganar un torneo como el Conde de Godó tras un año difícil que he tenido, significa mucho para mí».
La victoria en Conde de Godó significó el 54° título para Rafa, 39 de ellos sobre polvo de ladrillo. Su última derrota en Barcelona fue en el año 2003, cuando fue eliminado por Alex Corretja. Desde ahí, fueron 35 triunfos al hilo que le dieron siete títulos a su palmarés. En esta edición dejó en el camino a Berlocq, Paire, Ramos y Raonic, siendo el canadiense el único en robarle un set. Sumó 500 puntos para el ranking y €389.300 en su cuenta bancaria.
