Con la derrota de Paula Ormaechea frente a la estadounidense Bethaine Mattek-Sands por 4-6, 6-1 y 6-3, el segundo Grand Slam de la temporada se quedó sin representantes nacionales tanto en el cuadro de singles de caballeros como de damas. La nostalgia a la hora de comparar esta camada con la exitosa Legión Argentina de la pasada década es inevitable y conlleva a un análisis profundo de esta etapa de transición del tenis criollo.
Uno a uno los soldados que enarbolaban la bandera celeste y blanca bajo el cielo gris de París fueron sucumbiendo, atrás en el tiempo quedaron las épocas de conquista de las tierras batidas que decoran el suelo del Parque de los Príncipes. Ya nada es como era, los rivales ya no temen tener que enfrentar a un argentino en el Grand Slam que todos los nacidos en estos pagos siempre soñaron con ganar.
Juan Mónaco, Martín Alund, Carlos Berlocq y Leo Mayer cayeron en sus respectivos debuts. Pico llevaba las riendas de su encuentro contra el español Daniel Gimeno-Traver hasta que su mente, una vez más, lo abandonó en pleno encuentro, fue 4-6, 4-6, 7-6(4), 6-4 y 6-4 en favor del ibérico. El mendocino Alund apenas pudo robarle un set al local Edouard Roger-Vasselin, el score final fue 6-2, 4-6, 6-1 y 6-0 para el galo. Charly Berlocq no estuvo a la altura de la circunstancia ante John Isner y fue una sombra del gladiador que suele ser, el norteamericano lo barrió con un 6-3, 6-4 y 6-4. Por último, el yacaré le mostró los dientes a Andreas Seppi pero finalmente el italiano lo hizo cartera y lo eliminó con un apretado 6-7(4), 6-4, 6-3, 6-7(2) y 6-4.
En tanto que Guido Pella, Federico Delbonis y Horacio Zeballos hicieron un papel apenas más digno que sus compatriotas. El joven bahiense dejó en el camino al croata Ivan Dodig pero luego se topó con Novak Djokovic, quien lo aplastó con un contundente 6-2, 6-0 y 6-2. Por su parte, el grandote de Azul sorteó la primera ronda luego de vencer al alemán Julian Reister, pero no pudo hacer mucho más cuando en frente tuvo al ruso Mikhail Youzhny, quien a pesar de sus vaivenes mentales lo venció por 6-3, 6-7(5), 7-5 y 6-4.
El último en irse fue el marplatense Zeballos, quien superó al canadiense Vasek Pospisil en primera ronda, y luego enfrentaría al talentoso Stanislas Wawrinka en segunda. El suizo debió luchar contra el argentino y contra la lluvia, ya que cuando se encontraba dos sets arriba y comandando el encuentro, el agua dijo presente y estiró la agonía de Cebolla, quien no pudo dar más que diez minutos de batalla en la jornada siguiente, el score final fue 6-2, 7-6(2) y 6-4.
Por último, la mejor performance vino de parte de la única representante argentina en el cuadro de damas, la sunchalense Paula Ormaechea superó dos instancias para finalmente caer en la tercera ronda frente a la norteamericana Bethanie Matthek-Sands, por 4-6, 6-1 y 6-3, en lo que fue su mejor actuación en Grand Slams.
Pasaron 16 años para que la tercera ronda del Abierto de Francia se disputara sin presencia de tenistas nacidos en Argentina, en esa edición el único que pudo superar la primera ronda fue Gastón Etlis, que luego sería eliminado por el local Cedric Pioline en la segunda instancia del torneo.
La otra cara de esta moneda se vio en 2004, cuando ocho argentinos fueron en busca de la Copa de los Mosqueteros. Gastón Gaudio, Guillermo Coria, David Nalbandian, Juan Ignacio Chela, Guillermo Cañas, Mariano Zabaleta, Agustín Calleri y Juan Mónaco fueron los abanderados de La Legión esa temporada. Cañas y Calleri no pudieron superar la primera instancia, Mónaco y Zabaleta ganaron en sus debuts pero cayeron en la segunda ronda. Chela fue derrotado por el británico Tim Henman en cuartos de final, lo que evitó un póker de argentinos en semifinales.
En esa instancia quedó eliminado Nalbandian. Y en la final que quedará grabada en la memoria de todos, Gastón Gaudio venció a Guillermo Coria y levantó el único título grande de su carrera. Eran otros tiempos, hoy cuando Del Potro no está, nadie teme ver los colores albicelestes en el cuadro de Rolang Garros.