Racing Club de Avellaneda se metió en la final de la Copa Sudamericana tras revertir en dos ocasiones la serie de semifinales. Volverá a jugar una definición internacional luego de 32 años, ante el mismo rival que aquella vez, Cruzeiro de Brasil

Primero, consiguió un valioso empate en Brasil (2-2), y anoche, frente a un «Cilindro» colmado de fanáticos, logró la victoria definitiva al imponerse al equipo de Ramón Díaz por 2-1. Así, después de 32 años, Racing vuelve a una final internacional. Emoción, alegría, lágrimas, garra y buen fútbol fueron algunos de los ingredientes que se vivieron en Avellaneda.

La hinchada de Racing celebró este desahogo tras más de tres décadas sin llegar a una instancia decisiva en un torneo internacional. Fiel a su estilo e historia, Racing tuvo que sufrir antes de celebrar.

Apenas comenzado el partido, Corinthians sorprendió con una gran asistencia Depay y el gol de Yuri Alberto para el equipo brasileño. Sin embargo, Racing mantuvo la calma y fue en busca del empate, que llegó gracias a un penal ejecutado por Juan Fernando Quintero, la figura excluyente de la noche en Avellaneda.

Antes del final del primer tiempo, Racing siguió buscando el gol que le diera la ventaja parcial. La jugada comenzó con un saque rápido de Maximiliano Salas, quien divisó una oportunidad para el equipo dirigido por Gustavo Costas. El lateral encontró la cabeza de Adrián Martínez, quien asistió de cabeza a Quintero, quien nuevamente marcó, firmando una actuación soñada.

En el segundo tiempo, Racing jugó con temperamento, convicción e inteligencia, impidiendo el crecimiento del rival en el partido. Así, coronó una victoria épica ante su público.

El 23 de noviembre, Racing disputará la final en La Hoya, Paraguay, frente a Cruzeiro. La victoria y el pase a la final avivan la ilusión de un público sufrido, pero que ahora comienza a disfrutar las mieles de la gloria.