Por Daniel Campos (Corresponsal LBD en Palma de Mallorca, España)
El pasado día sábado, mientras la Fórmula 1 preparaba la segunda jornada de la pretemporada en Barhein, llegó la noticia del fallecimiento, a los 97 años, de uno de los relatores más reconocidos de la categoría, Murray Walker.
Dueño de un estilo inconfundible, dejó su sello en sus transmisiones televisivas, era conocido como “la voz de la F-1”. El siguiente es un capítulo del libro sobre historia de la F-1 en el que estoy trabajando, espero que les guste.
El auto de Mika Hakkinen cruzó la mítica “yard brick” del circuito de Indianápolis y recibió la bandera a cuadros que lo acreditó como vencedor del Gran Premio de los Estados Unidos de ese año.
Desde la cabina de transmisión de la cadena británica ITV, un hombre calvo con sus gafas redondas, continuó con su relato emocionado de todo lo lo que sucedía abajo en los boxes y en la posterior ceremonia del podio.
Se trataba de la última intervención en la Fórmula 1 de Murray Walker, periodista y comentarista inglés, la voz de la máxima categoría para el mundo angloparlante por más de dos décadas.
Se inició comentando motociclismo en 1948, una de sus pasiones desde muy joven. Al año siguiente le tocó el turno a los autos en una prueba por el torneo británico en Silverstone, la Fórmula 1 aún no había nacido.
A finales de los sesenta la BBC comenzó a incluir sus relatos en la radio, pero no fue hasta el Gran Premio de Mónaco de 1978, en que Murray Walker a través de la televisión contagiaría a millones de espectadores con su particular estilo de vivir las carreras.
A su lado en la cabina tuvo a colaboradores de lujo, todos ellos expilotos de Fórmula 1. El campeón de 1976, James Hunt , fue su compañero de ruta durante trece años (1980-1993), luego Jonathan Palmer (1993 – 1996) ambos en la BBC y en su etapa final en la ITV, Martin Brundle (1997-2001) apuntaló sus relatos.
Tras cincuenta y tres largos años vinculados al mundo del deporte había llegado hora de apagar el micrófono. Walker siguió en contacto con las competiciones automovilística concurriendo a algún Gran Premio o simplemente a disfrutarlo viéndolo por televisión en su casa.