Casa Magallanes Azul campeón en primera “A”

Por Martín Bonvehí (Futsal Federado para LBD)

El fin de semana pasado llegó a su fin el torneo local de primera división “A” y “B”, donde se coronaron campeones Casa Magallanes Azul y Argentinos del Sur, respectivamente. También los juveniles tuvieron su esperada final donde el club El Porvenir derrotó a Club Comercio en el duelo de equipos con gran cantera.

En primera “A” Casa Magallanes Azul logró conseguir su título local número catorce y lidera este rubro desde el año 1999.

En el pentagonal final no tuvo dudas y fue superior a todos sus rivales con un juego atildado, simple y eficaz. El equipo de Alejandro Velázquez (entrenador récord ushuaiense) con un plantel sin tanto recambio continúa dominando la escena local y en gran medida debe agradecer a las individualidades de Marcelo Sánchez y Mauricio Martínez.

El segundo puesto fue para el otro equipo regular del torneo, Club Comercio, que logró clasificar a la próxima División de Honor 2015. ¡Felicitaciones!

En primera “B” el indiscutido campeón del futsal de ascenso fue Argentinos del Sur, que redondeó un buen torneo y demostró que sigue siendo uno de los mejores equipos de Ushuaia.

Sindicato de Camioneros, por su parte, logró el anhelado ascenso y finalizó en segunda posición de la categoría B.
Felicitamos a todos los campeones y competidores y deseamos que todos nos representen de la mejor manera en los torneos nacionales del año 2015.

Más de lo mismo (y cansa repetirlo)

El sábado 4 se vivieron momentos de tensión en infantiles en la categoría 2007 cuando disputaban su partido los equipos de Defensores y Asociación de Taxis en el gimnasio municipal del barrio La Cantera.

Un padre, ex árbitro devenido entrenador del equipo Defensores, alentó a sus dirigidos a golpear sistemáticamente a los jugadores rivales con la idea de ganar el partido.

No solo logró su objetivo, sino que increpó con agravios a otro padre que le pidió que deje de tener esa actitud violenta hacia los niños. Toda esta escena bizarra fue acompañada por la pasividad del árbitro del cotejo, también jugador y entrenador del club El Porvenir, quien no hizo absolutamente nada ante los pedidos del entrenador de Asociación de Taxis.

El futsal de base no es competencia, es formación. Un entrenador de futsal base que busca ganar partidos no trabaja por el futuro de sus jóvenes jugadores, sino por su propio porvenir. ¿Todavía no lo entienden?

Una verdadera vergüenza, una vez más la intolerancia, la violencia y la irresponsabilidad de los mayores exponiendo a los pequeños a estas conductas lamentables.

Nuevamente un hecho violento en el futsal de la federación y el tribunal de disciplina sin tomar cartas en el asunto. ¿Hasta cuándo, señores?

Por supuesto, en el gimnasio Campolter durante los partidos de primera pude divisar al individuo violento que mencioné en mi artículo anterior, cubriendo la información y sacando fotos dentro de la pista de juego como si nada hubiera pasado. ¿La federación continuará avalando sus acciones violentas permitiéndole el acceso? Por lo visto, sí.

Cansado de todo este manoseo hacia los clubes y personas que queremos lo mejor para nuestro deporte, he decidido no cubrir más la información del futsal.

Mis obligaciones de entrenador de futsal en mis diferentes equipos necesitan lo mejor de mí.

Creo que no es ético que escriba artículos donde mi rol se contrapone con la objetividad que debe tener la crónica de los partidos.

Debo reconocer que mi pluma crítica también afecta la actividad de mis grupos, porque al exponer aquellas situaciones injustas, autoritarias y violentas que se alientan desde varios sectores de la dirigencia del futsal local se genera un perjuicio a mis jugadores más pequeños, como la triste situación vivida el fin de semana en la categoría 2007 de la Escuela de Futsal MB, que representa al club Asociación de Taxis.

La federación no escucha las críticas, se hace eco de ellas con decisiones aún más autoritarias, unilaterales e inentendibles que afectan el bien común.

Para muestra basta un botón: mi equipo solicitó la postergación de sus partidos de infantiles para el próximo fin de semana, debido a que los entrenadores encargados de grupo debemos asistir a la concentración de la Selección Argentina de Futsal en Buenos Aires, el profesor Matías Avendaño, jugador preseleccionado, y quien escribe, segundo entrenador nacional.

Creo que esta situación es motivo suficiente para justificar nuestra solicitud, con el antecedente de que este mismo año se suspendió por un mes el torneo de primera división debido al viaje del jugador Walter Hidalgo, del club El Porvenir, al torneo sudamericano con la Selección Argentina Juvenil.

Para nuestra sorpresa anoche luego de la reunión de delegados nos informaron que nuestro pedido había sido denegado por la comisión directiva, argumentando la importancia de la finalización de las competencias para antes del 17 de noviembre. También recibimos la sugerencia de poner a cargo de los grupos a algunos padres en los partidos. En mi escuela no trabajamos así.

Está muy claro para mí que no solamente se niegan a reconocer la actividad educativa que desarrollamos en la Escuela de Futsal MB, sino que hacen la vista gorda a los incidentes sucedidos con nuestros niños.

Es evidente que tampoco se apoya totalmente el proyecto “Todos somos Selección Argentina de Futsal” desde la comisión directiva. No pasa solamente por pagarles los pasajes aéreos a los jugadores.

Esta comisión directiva está encabezada por las mismas dos personas desde hace doce años, trabajan incansablemente pero son incapaces de delegar y tienen serias dificultades para aceptar críticas.

Lamentablemente están rodeados de otros seis personajes que especulan con esta situación para sacar ventajas ya sean personales o para sus equipos, escudados detrás de los niños y de los logros deportivos, que solamente persiguen sus intereses, que son ganar y mantenerse en su estado de confort a cualquier precio.

Están llevando al deporte a un lugar violento e intolerante del que después puede ser muy difícil retornar.

Un deporte que está cambiando y que crece, pero le falta calidad. ¿A quién convencemos así?

Una sociedad con alto nivel de intolerancia se rige con instituciones que promueven la anarquía jurídica, todo vale para desacreditar y chicanear al otro. Sigue la falta de respeto al salonismo.

Agradezco a La Bestia Deportiva por el espacio, pero hasta acá llegué.

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