Por Matías Pouso (Corresponsal LBD en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires)
El croata se metió en el Olimpo tenístico al conseguir el primer Grand Slam de su carrera a los 25 años. En la final del US Open venció al japonés Kei Nishikori por 6-3, 6-3 y 6-3 para levantar el tan ansiado trofeo en Flushing Meadows.
En los últimos diez años, el circuito profesional de tenis fue comandado por pocos almirantes que acapararon los máximos tesoros del deporte blanco. Desde 2005 los Cuatro Fantásticos ganaron 36 de los últimos 39 grandes, tan solo Stanislas Wawrinka (Australia 2014), Juan Martín Del Potro (US Open 2009) y desde ayer Marin Cilic pudieron meterse en el grupo tan selecto de los ganadores de majors.
Por si fuera poco, esta fue la primera vez desde el Abierto de Australia 2005 (Marat Safin venció al local Lleyton Hewitt) que una final de Grand Slam se disputa sin la presencia de Federer, Djokovic, Nadal o Murray.
Cilic, desde este martes nuevo número 9 del mundo, había tachado del torneo al cinco veces campeón Roger Federer en tres sets y se convirtió en el primer croata en disputar una final de Grand Slam desde que su entrenador, Goran Ivanisevic, triunfó en Wimbledon en el año 2001.
También se convirtió en el primer campeón del Abierto de Estados Unidos fuera del Top 10 desde que Pete Sampras lo hiciera en 2002 entrando como 17° preclasificado.
«Todo fue un trabajo duro en estos últimos años, sobre todo este 2014», dijo el campeón durante la ceremonia de premiación. «Mi equipo me dio algo especial para mí, sobre todo Goran. Estamos trabajando muy duro, pero la más importante de todas las cosas que me dio fue disfrutar del tenis y siempre divertirme, y creo que disfruté de mi mejor tenis aquí y jugué el mejor tenis en mi vida.»
Con su victoria, Cilic se ganó uno de los ocho lugares en las Finales del ATP World Tour a disputarse en noviembre en Londres; subió ocho puestos, superando justamente a Nishikori en el puesto número 5 de la Carrera a Londres.
Como breve anécdota, cuando tan solo faltaba una pelota más para levantar el trofeo, Cilic cometió una doble falta en el primero de los tres puntos para campeonato que contó. Sin embargo, en el siguiente consiguió la victoria tras una hora y 54 minutos de juego con un revés cruzado ganador.
Cayó de espaldas, rugió cuando volvió a ponerse de pie y automáticamente fue a abrazar a Nishikori en la red. Luego, se hizo camino a través de los aficionados en el Arthur Ashe, y terminó llegando al palco de su equipo para abrazar a todos sus afectos y a quienes lo llevaron hasta su mayor alegría profesional.
«Todo por lo que trabajé y todo lo que soñé llegó hoy», dijo el nacido en Medjugorje, actual territorio de Bosnia. «Para todos los otros jugadores que están trabajando duro, esta es un gran señal, una gran esperanza, que si uno está trabajando duro, las cosas van a dar sus frutos.» Grandes palabras de un gran campeón para coronar la mejor quincena de su vida.
