Por Matías Pouso (Corresponsal LBD en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires)
El tandilense fue eliminado por el número uno del mundo, Novak Djokovic por 4-6, 6-3 y 6-2 en una de las semifinales del torneo de Maestros. El serbio disputará la final contra Roger Federer, quien derrotó a Andy Murray por 7-6 (5) y 6-2.
Las capacidades de subsistir a las situaciones adversas y de saber dar el golpe en el momento justo de una contienda es lo que diferencian a un buen tenista de un gran tenista. Hoy quedó demostrado que a Juan Martín Del Potro, todavía le falta un golpe de horno para meterse definitivamente en la disputa por el liderazgo del circuito masculino de tenis.
En el primer turno del día, no pudo ganarse su lugar en la final ya que Djokovic le arrebató de las manos ese pasaje que tan cerca tuvo Delpo hasta el cuarto game del segundo set.
El encuentro comenzó con el tandilense hecho un tanque que disparaba misiles tan certeros como potentes, en tanto que del otro lado de la red se encontraba lo que parecía un imitador del Gran imitador del mundo del tenis profesional.
Nole no podía hacerle sombra a un Delpo que veía cada vez más cerca la segunda final del Master en su carrera, en la cual buscaría revancha de aquella que perdió contra Davydenko hace tres años.
El serbio aguantó hasta el 4-4, donde por primera vez en el encuentro le cedió su servicio al argentino; y en el game siguiente, La Torre de Tandil cerró la manga sin perder ni un punto con su saque.
En el arranque del segundo set, el número siete del mundo demostraba que iría por más y tomó una ventaja de 2-1, pero al momento de revalidar ese quiebre apareció la estirpe que demuestra porque el número uno es el serbio.
Los errores constantes por parte del argentino hicieron notorio que su físico comenzaba a pasarle factura del épico partido en el que derrotó a Roger Federer el día anterior.
Esta vez se dio a la inversa que en los Juegos Olímpicos, en aquel momento el perjudicado por el desgaste fue el suizo, a quien le faltó energía para luchar contra Murray en la final; y en esta oportunidad Djokovic se tomó revancha del partido en el que Delpo se quedó con la medalla de bronce sobre el césped de Wimbledon.
Ya en el parcial definitivo, no había dudas de quien sería el ganador, los dos games que pudo obtener el argentino no fueron más que el premio consuelo de una derrota ya anunciada. Con el score 5-2, el nacido en Belgrado sacaba 40-0. Primer servicio largo, segundo adentro, devolución fallida y final asegurada.
¿Y qué final podría ser más perfecta para el cierre de la temporada que una que enfrente al número uno y al número dos del ranking? Ese partido se dará en Londres, el que solo algunos pronosticaban.
Porque si consultamos con las casas de apuestas, los finalistas que menos pagaban eran Djokovic y Murray. Incluso el duelo entre ambos por el grupo A parecía ser una final anticipada, pero esto tiene de lindo tanto el tenis como el deporte en general, la falta de previsión.
Federer fue una vez más local a pesar de haber jugado contra un británico en el país de la Reina, y con una frescura envidiable pasó por arriba al escocés que solo le dio pelea en el primer set. Después de eso, el Expreso Suizo ya veía al partido definitivo a la vuelta de la esquina.
Será la séptima final que dispute, y buscará su tercer título de manera consecutiva en este torneo. No le será para nada fácil, ya que su rival querrá coronar su retorno a la cima del ranking con el último trofeo que otorga el circuito ATP. Federer vs Djokovic, La Gran Final del 2012.