El viernes y sábado se desarrolló en el Centro Invernal Cerro Castor el evento Snow Polo Fin del Mundo el cual contó con la estelar presencia de Adolfo Cambiaso catalogado como el mejor polista del planeta. Entrenamiento y triangular a un chukker entre los equipos La Dolfina Brava, La Angélica y Cerro Castor. Las fotos son gentileza de Cerro Castor.
Minutos antes de las tres y media de la tarde del sábado y a pleno sol se puso en marcha la competencia exhibición en la cancha preparada para la ocasión en la base del Cerro Castor. En la previa el viernes a modo de prueba se realizó una práctica por parte de quienes serían protagonistas un día después.
En cuanto a la conformación de los equipos el vencedor, La Dolfina Brava, alistó a Adolfo Cambiaso, Adolfo “Poroto” Cambiaso, Andrea Ferreira y Bautista Arrastúa. La Angélica lo hizo con Pablo Spinacci, Diego Cavanagh y Federico Farina mientras que Cerro Castor fue conformado por Rafael Pando, Guillermo Terrera (hijo) y Jorge Villamarín.
El triangular arrojo los siguientes resultados: La Dolfina Brava se impuso a La Angélica (4 a 1) y Cerro Castor (3 a 1) mientras que el encuentro entre estos dos últimos finalizó a favor de Cerro Castor por 4 a 2.
Desde LBD nos contactamos brevemente con Cambiaso quien se mostro sumamente feliz por su estadía en la provincia. Adolfo nos confesó que son muchas las provincias argentinas que aún le resta conocer y pretende hacerlo a través de la difusión del Polo.
El mejor jugador del mundo con 42 años y 35 de experiencia nos expresó que sigue motivado a la hora de la práctica profesional.
Una visita de lujo del principal deportista de la disciplina, abanderado argentino en el mundo.
Un “Poroto” de crack
Con tan solo 11 años, “Adolfito” Cambiaso, parece seguir el camino de su padre. Este fin de semana lo acompaño en la experiencia fueguina.
El segundo hijo del mejor polista del mundo ya debutó acompañándolo en la obtención de la Copa 112º Aniversario Sancor Seguros durante 2016 en la provincia de Córdoba.
Quienes lo siguen de cerca dicen que posee el talento de su progenitor, el tiempo dará el veredicto final.