Por Bruno Pani (Colaboración especial para LBD)
Fin de semana especial para el rugbier Patricio Albacete. El segunda línea, quizás el mejor de la historia nacional en su puesto, convocó a los amigos que cosechó en tantos años de carrera. Locales e internacionales se hicieron presentes, Franco Pani con quién compartió el rugby francés fue uno de ellos. Compartimos su crónica con los detalles del evento donde las emociones estuvieron a flor de piel.
«Hola Martín un gusto poder contarte lo vivido hace alguna horas. El sábado 9 en la sede del Club Manuel Belgrano Rugby y Hockey de la ciudad de Buenos aires ubicado en la localidad de Escobar se realizó la despedida de quizás el mejor segunda linea que tuvo el equipo argentino de rugby en todas sus épocas.
El «Pato» Albacete con quién tuve la honorable suerte de participar de un evento que quedará en el recuerdo para todos los amigos que compartimos en la cancha sus últimos minutos con nosotros.
Arrancamos con un almuerzo de camaradería para conocernos entre los que íbamos a jugar en el cual había jugadores del club Manuel Belgrano de su camada la 81, jugadores de la primera division de aquella época cuando «Pato» debutó a los 18 años en primera como así también rugbiers que compartieron su carrera deportiva en Francia, como Yannick Nyanga el ex internacional francés de Toulouse compañero y gran amigo que llegó al país solamente por 48 horas para participar del evento.
También se sumaron jugadores que compartieron la Celeste y Blanca con él ya sea en algún seleccionado juvenil o mayor.
Éramos alrededor de 80 jugadores y ex jugadores que nos encontramos en un marco de amistad, relajados para vivir una gran fiesta de viejos amigos del rugby.
Entramos al vestuario y tuve la suerte de poder compartir con Eliseo «Chapa» Branca, Julio Farías, Nani Corleto y Eusebio Guiñazu, entre varias figuras que marcaron el rumbo de la disciplina en nuestro país.
Se jugaron 8 tiempos de 20 minutos cada uno donde los equipos se enfrentaron todos contra todos terminando todos en un tiempo de 15 ante el seleccionado campeón del mundo de rugby con capacidades diferentes, Los Pumpas XV.
Fue una experiencia maravillosa, que finalizó con el místico momento del tercer tiempo donde se acercaron más de 150 amigos, familias y fans del homenajeado en el quincho de su club que lo vio crecer.
Pato dejó claro un mensaje, desde el primer momento, es el que debemos pasar en los clubes de todo el país sobre este deporte que tanto nos apasiona.
El rugby se juega con amigos, y cuando ya no esta mas el rugby, lo que queda son los amigos.
Una jornada cargada de emociones, y alegrías para el «Pato» Albacete un símbolo del rugby que seguramente perdurará en el tiempo por su franqueza, transparencia y talento, un grande con todas las letras.»
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