Ante un gran marco de público que llenó el «Quique» Freile de la Villa Turística, culminó la fiesta del Turismo Nacional. Alejo Cravero a bordo de un Peugeot 208 en la clase 2 y Andrés Jakos en un Toyota Corolla en la clase 3, se subieron a lo más alto del podio. Nuestro corresponsal en la capital santacruceña estuvo presente, está es su cobertura.
Se cumplieron los pronósticos y no precisamente los climáticos. La emoción iría en ascenso a lo largo de los días y el domingo tendría su pico de acción. Los pronósticos se cumplieron. Accidentada y friccionada, como suele ocurrir en el TN, pero sumamente emotiva, así se vivió la última jornada de la más federal y espectacular del automovilismo argentino.
El domingo comenzó temprano con las series de la clase 3, en donde Facundo Chapur, Alfonso Domenech y Andrés Jakos se quedaron con las respectivas series. En el medio y previa a la final de la clase tres, se corrió la final de la clase dos.
Allí, Alejo Cravero se quedó con el primer escalón del podio, seguido por Francisco Coltrinari y el Chubutense Renzo Blotta. El piloto local Thiago Martínez termino en la décimo tercera posición y sumo puntos valiosos para su lucha por el título, además de descargar kilos para la última fecha.
El plato fuerte del domingo se dio con la final de la C3. En una final accidentada que incluyó el abandono de Sebastián Gómez luego de ser chocado por Joel Gassman, Andrés Jakos dominó la final y sin sobresaltos se quedó con el primer escalón del podio. Lo siguieron Alfonso Domenech y Fabian Yanantuoni.
El campeonato se definirá en Viedma, en donde se definirán los campeones de ambas categorías. Final con resultado incierto y muchas emociones por vivir. El TN paso por El Calafate y se vivió una verdadera fiesta del deporte Santacruceño.
Las voces de los protagonistas
Al igual que durante todo el fin de semana del TN en El Calafate, LBD dialogó con los grandes protagonistas de la competencia. Andres Jakos, ganador de la clase 3 abordo de su Toyota Corolla compartió sus sensaciones:
«La verdad que cerramos un gran fin de semana, gran año en el Turismo Nacional, trabajando y mejorando carrera a carrera. Aguantando bien, teníamos en el primer puesto, pese a que Domenech venía rápido en la curva 2, en la recta principal, principalmente, así que nos pudimos defender bien de su presión.
La verdad que hermoso circuito en El Calafate, lindo tener un circuito de estas características en el sur. Llegamos con chances matemáticas a la última fecha. Lástima los abandonos que tuvimos porque íbamos a llegar con buenas chances a la última carrera, pero bueno, es así, es automovilismo y son cosas que pasan».
Alejo Cravero, ganador de la clase dos con su Peugeot 208 también dialogó con LBD y compartió las sensaciones luego del triunfo en el Quique Freile:
«En un principio nos tratamos de escapar con Coltrinari y Blotta, pude hacer una linda maniobra con Renzo, el me respeta muy bien, y bueno después fui en busca de Coltrinari, y me pude tirar en el frenaje por afuera y el me respeta bien de vuelta, así que traté de cuidar el auto, sabía que es un circuito muy exigente para los frenos y para la goma delantera, así que nada, super contento.
Por suerte estuvimos todo el fin de semana, en los primeros puestos, siempre entre los 5, faltaba redondear algunas cosas para la final, y bueno el auto es excelente, me gusta en todo momento. No me voy a olvidar más de El Calafate».
El color de TN
Como ya es habitual en cada rincón del país que visita, el Turismo Nacional es sinónimo de fiesta tuerca, de pasión y sobre todo de espectáculo. Desde muy temprano, el colorido se adueñó de los alrededores del «Quique» Freile. Mucho humo del asado de domingo, esta vez en un escenario natural maravilloso.
Tampoco faltaron las banderas de Ford, Chevrolet, Fiat y hasta Dodge, que si bien no es una marca que corre en el TN, algún fanático del Turismo Carretera que visitó a El Calafate durante el mes de abril, la llevo como para decorar aún más, el clima festivo en las gradas.
De cada rincón de Santa Cruz, de Chile, principalmente de Punta Arenas y Puerto Natales, de Comodoro Rivadavia, de Córdoba, de La Rioja o de Buenos Aires. Hasta de Brasil llegaron al circuito Calafateño para vivir en primera persona una fiesta inolvidable.
El fin de fiesta decretó las interminables filas de autos, las gorras del podio que algún habilidoso espectador pudo rescatar. Pero lo más llamativo, fueron souvenirs de carrera, que iban desde un neumático, algún pedazo del auto de los protagonistas del tradicional «chapa chapa» del TN y hasta un capot completo de un auto de la clase dos. Todo formará parte del museo improvisado de los fanáticos del automovilismo, que tuvieron su fiesta en El Calafate y que por mucho tiempo no podrán olvidar.