Luego de una carrera que parecía definirse temprano, el medio mecánico dijo basta y dejó al fueguino Lucas Bonetto con las manos vacías cuando estaba a un paso de festejar su cuarta corona consecutiva en el Desafío Ruta 40. Fuente y foto Prensa Lucas Bonetto.
Solamente quedaba una etapa y algo más de doscientos kilómetros para festejar un triunfo que sería inolvidable, pero las carreras no terminan hasta que se baja la bandera y, lamentablemente, la fortuna no quiso estar de nuestro lado. Primero una pinchadura y luego la rotura de la planta impulsora del Honda 700 echaron por tierra la ilusión de levantar el cuarto trofeo en esta mítica competencia.
“Hoy salimos tranquilos con el objetivo de mantener la diferencia en un camino que era muy pedregoso. Por eso sufrí una pinchadura cerca del km 30, paré a reparar, pero a los 10 km noto que se había desinflado de nuevo; se habían salido los tarugos con los que emparché.
Arreglo de nuevo pero el pico de la cubierta estaba sellado con el inflado anterior y no la llegué a inflar del todo. Seguí de todos modos pero se volvió a desinflar y como estaba cerca de la meta continué así. Suponemos que debido a eso el motor se exigió de más y aparentemente se agarró arriba el pistón, aunque sabremos con exactitud una vez que desarmemos en el taller”, resumió Bonetto luego de su abandono.
Con el sabor amargo de entregar una carrera que podría haber definido a su favor, Lucas avizora en el horizonte la temporada del CARCC y los dos Dakar Series que restan por disputarse, el Desafío Guaraní y el Desafío Inca.
Lucas Bonetto y equipo agradecen a sus sponsors: YPF Elaion Moto, Minibuses Volare, Mercedes Benz Tierra del Fuego, LS2 Helmets, Turismo Ushuaia y Maxxis. Asimismo, a toda la gente de Tierra del Fuego, familia y amigos.