Por Matías Pouso (Corresponsal LBD en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires)
El letón Ernests Gulbis venció a Federico Delbonis por 6-1 y 7-6 (4) en la final del ATP 250 de Niza, es el sexto título en igual cantidad de finales disputadas para el europeo, en tanto que para el argentino fue su tercera final después de Hamburgo 2013 y Sao Paulo 2014 (única victoria de su carrera).
Federico Delbonis buscaba coronar una nueva semana perfecta este sábado en Niza, pero hay cosas que cuestan mucho quebrar, como el invicto de Ernests Gulbis en partidos decisivos. La esperanza para el nacido en Azul, Provincia de Buenos Aires era el hecho que de esas cinco finales ganadas, ninguna había sido sobre polvo de ladrillo.
Pero en 98’, el nacido en la capital de Letonia dilapidó cualquier ilusión ajena y cerró un duelo que lo tuvo como claro dominador en prácticamente todo el transcurso de juego. Con un pronto quiebre de servicio se puso adelante en el marcador por 3-1 en el primer set y luego selló el mismo en tan solo26 minutos.
Gulbis tuvo oportunidades concretas para sellar el partido al inicio del segundo set, pero no pudo convertir ninguno de los tres puntos de quiebre que le otorgó Delbonis. En el tie-break, el sudamericano se imponía 4-2 y parecía que estiraría la definición a un tercer set.
Sin embargo, su rival retomaría el nivel avasallante del primer parcial ganando cinco de los siguientes seis puntos lo que le permitiría quedarse con el triunfo después de que una derecha del argentino no superara la red.
«Estoy muy feliz de ganar aquí. Mi próximo objetivo es ser Top 10, incluso Top 8. Creo que si juego bien en los Grand Slams, tengo una buena oportunidad” dijo el campeón. “Es difícil bajar a alguno de los tenistas top ya que hay muy buenos jugadores, pero estoy trabajando en ello.”
Gulbis, quien ganó el 91% de los puntos con su primer servicio y conectó 30 tiros ganadores, alcanzará el puesto número 17 del Ranking ATP gracias a los 250 puntos que le otorga el título, además se adjudicó un cheque por €77.315. Por su parte, Delbonis se quedó con 150 puntos y €40.720 por acceder a la final, además ascenderá hasta el 34° escalón del escalafón mundial.
«Jugó bien, yo no comencé de la mejor manera y me quebró el saque dos veces «, dijo Delbonis. «En el segundo set di lo máximo de mí y el partido fue más parejo. Tuve mis oportunidades, pero no pude aprovecharlas porque él sacó muy bien. Estoy feliz por esta semana y, aunque este partido no fue el mejor, estoy feliz por haber llegado hasta acá”.
En Düsseldorf, Juan Mónaco no pudo retener el trofeo ganado en 2013. A pesar de haber jugado dos muy buenos partidos en la primera y en la segunda rueda, el nivel de Ivo Karlovic en los cuartos de final fue demasiado para el tandilense. El croata perdería luego la final del certamen contra Philipp Kohlschreiber por 6-2 y 7-6 (4).
En París comenzó este domingo la acción del tercer Grand Slam de la temporada. Por la primera rueda de Roland Garros, dos argentinos hicieron sus respectivas presentaciones. Facundo Argüello tenía una ventaja de dos sets a cero sobre Radek Stepanek pero no pudo dar la estocada final y terminó perdiendo por 6-7(8), 3-6, 6-4, 6-3 y 6-2; en tanto que Diego Schwartzman festejó su primera victoria en el Parque de los Príncipes al imponerse por 6-4, 6-2 y 7-5 ante el eslovaco Lukas Lacko, en la próxima instancia se enfrentará a su ídolo Roger Federer.
Los restantes argentinos participantes son Leonardo Mayer (enfrenta al australiano James Duckworth), Federico Delbonis (contra el serbio Dusan Lajovic), Juan Mónaco (frente al local Lucas Pouille), y Carlos Berlocq (se las verá contra Lleyton Hewitt).
Este año se cumple una década del título de Gastón Gaudio en París, esa fue la última vez que un argentino levantó la Copa de los Mosqueteros (anteriormente lo había logrado Guillermo Vilas en 1977).
Esta edición no cuenta con ningún compatriota que en la previa pueda llegar a pelearle el cetro a los grandes candidatos (Nadal, Djokovic, Federer, Ferrer); pero como siempre sucede en el mundo del tenis, las sorpresas son lo que le da el gusto tan dulce a este deporte.