«Manu» dejó las canchas, nace la leyenda

Por Agustín «Colo» Aguirre (Corresponsal LBD en La Pampa)

imagesLa noticia dio la vuelta al mundo en las últimas horas, Emanuel David Ginobili anunció su retiro del básquet profesional. Con 41 años el mejor jugador argentino de la historia culminó su exitosa carrera. El mundo deportivo se rinde a sus pies, saludos y reconocimientos de los máximos atletas del planeta. Seguirá viviendo en San Antonio apoyando a los Spurs desde fuera del campo.

Millones de mensajes llovieron de la redes sociales, dándole las gracias, una confirmación de lo que el bahiense significó no solo para el básquet argentino, sino para los demás deportistas de nuestro pais.

Respeto absoluto a un profesional único, que se comportó como tal en todo momento y nos regaló alegrías y emociones  varias.

El mismo Ginobili cuenta en una entrevista a la revista El Gráfico que cuando lo draftearon en el año 1999: «estaba durmiendo en una pueblo de brasil llamado Macapá, un lugar de Brasil que vale la pena buscar en Internet» y no le dio bola, pero cuando se dio cuenta empezó a tomar las cosas de otra manera, ya ver su nombre en el vestuario junto a las camisetas de entrenamiento fue mucho para él y lo que vendría ya estaba de más.

De lo que no se puede quejar el argentino, es que de los 4 títulos que logró, en todos fue protagonistas, es verdad que en alguno mas que otras, pero siempre fue una pieza clave para ganar los campeonatos.

Luego del tremendo mundial que jugó argentina en Indianápolis 2002 ganádole a Estados Unidos y luego perdiendo la final de manera injusta contra la ex Yugoslavia, donde promedio 14.1 en puntos, algo flojo en triples y jugar la final con el tobillo a la miseria, era el turno de la NBA.

En su primera temporada la 2002/2003 en la NBA promedio 7.6 puntos, 2.3 rebotes, 2 asistencias y 1.4 robos, y enseguida consiguió su primer anillo, sumando minutos a medida que Popovich le veía cosas que los otros no tenían.

Como por ejemplo, en un documental que hace el big trhee junto a su dt, el mismo cuenta que Ginobili en los entrenamientos era igual de intenso que en los partidos y que un varias oportunidades le pidió que se calme pensando en una posible lesión pero él seguía igual, allí se dieron cuenta que era diferente al resto y siempre jugaría al limite.

Pero sin dudas lo mejor vino en el 2004, primero por el Oro Olímpico con argentina, ganándole nuevamente al Dream Team, con un Ginobili tremendo metiendo 29 puntos, pero también será recordado por la famosa palomita ante Serbia que le dio el triunfo a la selección en el primer partido de los Juegos Olímpicos, el argentino fue goleador del equipo, además fue elegido MVP del torneo, con un promedio de 19.7 puntos por partido.

Luego de eso siguió demostrando su juego en la NBA, los entrenadores lo elegieron como reserva en el Juego de las Estrellas, pero además fue pieza clave para ganar en el séptimo partido a Detroit.

Muchos de los periodistas que votaron para el MVP de las finales, luego de varios años confesaron que el premio era para el argentino y no para Tim Duncan, el promedio del bahiense fue de 20.8 puntos 5.8 rebotes.

Los últimos dos torneos fueron especiales, pero uno sobre todo porque lo compartio junto a su amigo Fabricio Oberto, ese año el argentino promedio un tremendo 16.7 en puntos, 4.4 rebotes, 3.5 asistencias y 1.5 robos por partido.

El del final fue muy importante porque se pudieron sacar la espina de las finales perdidas frente al mismo rival Miami en la temporada 2012/2013 junto a sus amigos Parker y Duncan.

En esas finales ganadas en el 2014 el argentino promedió 12.3 puntos, 3 rebotes y 4.3 asistencias.

Sin olvidar que en Beijing 2008 Argentina consiguió el bronce y Ginobili no pudo participar por una lesión en el tobillo en la semifinal frente a Estados Unidos.

Todos en el ese equipo, cuentan que se fue solo al estadio, sin que nadie sepa y empezó a probar el pie lesionado, allí se dio cuenta que no podría, cuando llegó el plantel lo vieron llorando esto les dio un plus extra para darle una paliza a Lituania.

El 5 argentino terminó ese torneo con 17.7 puntos dándole por primera vez el bastón de goleador a «Luifa» Scola.

Algunas estrellas de la NBA le dejaron sus saludos, como así también jugadores argentinos muchos de ellos compañeros de la «Generación Dorada».

Profunda admiración por aquel pibe de Bahía que soñó ser un jugador de básquet,  41 años después se ganó con creces un lugar entre los grandes deportistas nacionales al lado de Fangio, Monzón, Maradona, Messi, De Vicenzo, Vilas, Aymar y Porta entre otros.

Nace la leyenda del mejor jugador Sudamericano de la NBA, comienza una nueva vida para «Manu» donde las concentraciones, viajes, vestuarios y partidos comenzarán a formar parte de sus interminables anécdotas. Gracias por todo, buena vida, a disfrutar de tus afectos a tiempo completo.

 

 

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