Por Matías Pouso (Corresponsal LBD en CABA)
El escocés se coronó en las Finales de Londres por primera vez en su carrera venciendo a Novak Djokovic por 6-3 y 6-4 en una hora y 43 minutos; reteniendo así el primer puesto del ranking mundial.
Andy Murray y Novak Djokovic salieron el domingo al court del O2 Arena en búsqueda de algo más que un título más en sus vitrinas, el británico tenía la oportunidad de demostrar en la cancha que su llegada a la cima del ranking mundial no había sido mera casualidad.
Su rival había permanecido en ese lugar durante 122 semanas seguidas y era el momento de revalidar ese título que había conseguido hace poco más de una semana.
En su primera final en el torneo que reúne a los ocho mejores jugadores de la temporada, Murray selló su nombre como el 17º jugador de la historia (desde 1973, cuando empezó a contabilizarse) que logra finalizar el año en lo más alto de la clasificación.
El nacido en Dunblane se une a las leyendas como el propio Djokovic, Roger Federer, Pete Sampras, Jimmy Connors, Ivan Lendl, John McEnroe, Rafael Nadal, Bjorn Borg, Andy Roddick, Lleyton Hewitt, Stefan Edberg, Gustavo Kuerten, Andre Agassi, Jim Courier, Mats Wilander e Ilie Nastase.
El número 1 del mundo puso el broche de oro a un 2016 de ensueño en el que concluye con 24 victorias consecutivas y nueve títulos (su mejor marca en un mismo año): Roma, Queen’s, Wimbledon, Oro Olímpico en Río, Pekín, Shanghái, Viena, París-Bercy y las Finales ATP World Tour.
En el partido definitivo disputado el domingo, la presión por la magnitud del premio en juego quedó reflejada desde el primer punto: Murray arrancó el encuentro con una doble falta. Al margen de la imprecisión inicial con su servicio, logró defenderse sin ceder una sola oportunidad de quiebre durante todo el parcial.
Sin embargo, fue Djokovic quien, a pesar de resolver con éxito sus primeros ocho puntos con el saque, tuvo que afrontar las primeras dos oportunidades de quiebre del encuentro en un juego que se prolongó durante nueve minutos antes de igualar 3-3.
El partido fue aumentando la intensidad y el número 1 del mundo sintiéndose cada vez más cómodo, dominando con la derecha y moviendo al serbio, dibujando grandes ángulos para abrir la cancha. Así trabajó su tercera oportunidad de break que no dejó escapar en el octavo juego (5-3).
Murray encontró la solidez en el servicio que necesitaba para no sufrir ante Djokovic, anotándose el 86% de los puntos con su primer saque, y resistió desde el fondo en los intercambios más largos para adjudicarse el set inicial (6-3) en 46 minutos. El de Belgrado firmó una extensa lista de errores con 11 no forzados.
El discípulo de Ivan Lendl hizo una lectura perfecta de su rival y castigó con insistencia al revés del ahora número 2 del mundo. Murray conservó un esquema táctico que le había garantizado éxito durante la primera hora del encuentro. Así llegó el tercer break en nueve oportunidades (4-1).
Sin embargo, el campeón de las últimas cuatro ediciones en Londres dio pelea hasta su último aliento, no estaba dispuesto a marcharse por la vía rápida y encadenó dos juegos seguidos, firmando su primer quiebre (4-3). Pero al final la gloria sería para Andy que volvió rápidamente en sí y selló el triunfo luego de que una devolución de Nole se fuera larga.
Murray, con 630 puntos de ventaja en el ranking, tiene ahora margen para afianzarse en el primer puesto porque a principios de 2017 sólo defiende los 1200 puntos de la final del Abierto de Australia.
Djokovic, por su parte, tiene que acudir a la defensa de 250 puntos en Doha, 2000 en el primer Grand Slam del año y otros 2000 entre los dos primeros Masters 1000 de Indian Wells y Miami donde el nuevo número 1 hizo tercera ronda en ambos.
