Por Gabriel Torres (Handball para LBD)

El sábado 21 en el gimnasio del CECU se realizaron las finales locales de los Juegos Fueguinos en la disciplina handball dentro del segmento Sub 14. Colegio Nacional en mujeres y Monseñor Alemán en varones triunfaron y viajarán el próximo viernes a Río Grande donde se enfrentarán a los equipos del CIERG en busca de la clasificación a los nacionales del Evita que se realizarán en la ciudad de Mar del Plata durante la primera semana de Noviembre.

Una liga intercolegial sub 14 que llegó a su fin con dos finales que se jugaron el día de la primavera, y como es costumbre, LBD estuvo presente para ser el cronista de los hechos. Por el lado de las chicas llegaron a la final los conjuntos de Colegio Nacional de Ushuaia quien ganó todos sus partidos en la competencia regular y le daba el derecho de jugar la final ante el Colegio Integral de Ushuaia.

Una nueva final que se repetía como en el 2012, donde se dieron los mismos equipos finalistas. En varones los equipos de Don Bosco y de Monseñor Alemán se juntaron para jugar la final masculina que los depositaría como representantes locales de la disciplina.

Nacional y una nueva oportunidad

Desde el primer minuto de juego el Colegio Nacional de Ushuaia tomó las riendas del partido y se puso con un marcador de 5 a 0. CIEU trataba de llegar desde el juego de posición para poder construir alguna jugada que lo acercara en el marcador. Las diferencias siempre llegaron a ser de siete goles entre los dos y en ningún momento el partido mostraría un cambio a favor del conjunto verde de CIEU.

Un arbitraje dubitativo hizo que los bancos calentaran el ambiente y eso se mostró en el rendimiento de un Colegio Nacional que empezó a sentir los nervios. Si bien el resultado era controlado, las situaciones fuera de la cancha lo hicieron ir del partido. Con dos exclusiones para el Nacional, CIEU pudo acercarse en los tramos finales del encuentro.

Pero nuevamente el gran trabajo de la armadora central Rocío Moreyra y de la pivote Martina Belmonte que jugaron en gran nivel, llevaron a su equipo a la victoria con 8 tantos cada una de ellas. Es de destacar el trabajo en el arco de Agustina Pardo que tuvo un buen rendimiento y pudo sacar pelotas muy complicadas.

Monseñor supo sacar ventaja

En varones se esperaba un partido más complejo del que tuvo Monseñor Alemán. Pero una de las causas puede ser que Don Bosco no pudo recuperarse del gran partido que hizo ante Olga B. de Arko. En los papeles fueron los equipos más regulares del torneo. Buenos prospectos de jugadores con técnica avanzada, movimientos en cancha rápidos y juego de conjunto asociado, eran características de dos equipos que podrían anunciar un excelente partido.

Todo se desvaneció en los primeros minutos del partido ya que el desgaste físico de Don Bosco que había tenido un partido durísimo ante Arko con solo una hora de descanso, mostró el juego lento de un equipo que moría de contragolpe ya que no podía replegarse con suficiencia.

Monseñor siguió perforando la débil defensa de Don Bosco que trataba a toda costa de atacar pero ni el gran rendimiento del arquero del celeste pudo con los lanzamientos a quemarropa de un ataque del “monse” que supo aprovechar la ventaja de un rival disminuido físicamente. El marcador fue 26 a 14, podría haber sido un partidazo pero las razones fueron más que el amor propio de un grupo de pibes que hizo todo para poder ganar.

Lo que queda es la final provincial. Esta vez se jugará el viernes 27 en el norte de la isla ante el Colegio Integral de Río Grande (CIERG) quien ganó en ambas ramas. El lugar del encuentro será el Polideportivo Municipal de la Margen Sur.

El momento del análisis

Para cerrar la nota me gustaría hacer algunas apreciaciones personales ya que hace muchos años que participo con chicos y chicas escolares en esta gran disciplina que ha sabido dar un salto de calidad en los últimos años gracias al esfuerzo de muchos chicos y docentes que se apasionan por este deporte llamado handball.

Desde un interés exclusivamente de sumar puedo decir que habría que pensar que dos finales no se pueden jugar como si fuesen partidos de clasificación ya que las expectativas de los chicos están centradas en un gran premio que es el de poder viajar a los Juegos Nacionales Evita que se realizan en Mar del Plata todos los años.

La planificación de espacios, jueces y lugares para los alumnos debe estar considerada como un punto alto de la organización para no dejar que caigan las ilusiones de esos chicos que se esforzaron para llegar a tal ubicación y tener que jugar de igual a igual con el adversario y en las mismas condiciones físicas.

Suponer que el arbitraje va a ser fácil y llevadero hace que se desvirtúe el espectáculo. Poner a jugar a un equipo de chicos de 14 años una final luego de haber descansado solamente una hora con todo lo que eso implica es un error que deberá ponerse sobre la mesa cuando se haga un balance final de estos Juegos Fueguinos que están pensados para los alumnos y no para los adultos.

Si las cosas que se han hecho tan bien en estos últimos cinco años donde una Liga de Handball ha sentado los frutos en jugadores que sean mirados por entrenadores en competencias nacionales, donde la planificación siempre ha ido de la mano del respeto por la disciplina y que se sabe que los espacios en Ushuaia siempre han sido complicados pero también se han encontrado soluciones para poder seguir creciendo, no podemos tirar todo ese trabajo por la ventana apurados de terminar un torneo para que lleguen las finales provinciales y listo.

Cuando hablo de esfuerzo lo hacen los chicos que entrenan, que se levantan temprano y que pueden llegar a ver lo que es el deporte escolar. También de los “profes” que se capacitan y que acompañan el proceso de enseñanza de un/a chico/a para que pueda sentir que el fruto del entrenamiento siempre se reflejará en la cancha.

Los árbitros que le dedican un espacio para la capacitación y el aprendizaje de un deporte escolar que es tan rápido y dinámico que es necesario que esté actualizado y preparado para situaciones de partido.