Por Matías Pouso (Corresponsal LBD en CABA)
A los 29 años, Rafa ha igualado los 49 títulos en polvo de ladrillo del gran Willy y tiene todo el tiempo del mundo para quitarle ese récord. Este domingo superó a Kei Nishikori, campeón defensor, por 6-4 y 7-5 en la final del ATP 500 de Barcelona.
La final entre Nadal y Nishikori era la primera vez desde 2008 entre los dos primeros cabezas de serie del torneo. En aquella ocasión, el ex número 1 del mundo ganó su cuarto trofeo en la ciudad catalana venciendo a David Ferrer en la final.
Fue un partido plagado de errores, 34 del japonés contra 18 del español; pero jugado al límite por los dos contendientes, 21 golpes ganadores de Nadal y 29 de su rival.
El primer set fue un parcial de lo más igualado. Largos peloteos, repertorio infinito de golpes y mucho espectáculo. Ninguno se sacó diferencia, salvo en la estadística de puntos de break.
Mientras que el manacorense concretó 2/2, Nishikori se encontró con un muro: 1 de 8. Ese dato fue definitivo para que el español se adelantase en el partido.
La reacción del japonés no se hizo esperar y quebró el servicio de Nadal apenas empezada la segunda manga. Sin embargo, el ganador de catorce Grand Slam respondió de inmediato, restableciendo la igualdad en el marcador.
En el cuarto juego, Nadal encontró de nuevo una grieta en el servicio de su rival y aunque pareció definitivo, Nishikori no se rindió, respondiendo en el séptimo juego también con break.
Con el score igualado en 4, Rafa no dudó. Y con 5-4 y el saqué del oriental, se hizo con el primer match point. La sangre fría de último campeón produjo un drop de perfecta ejecución y mantuvo en vilo a cada uno de los 8000 espectadores hasta el último segundo.
Cuando Nishikori sacaba para llevar el set al tie break, Nadal apretó el acelerador, certificando la victoria y su novena corona en Barcelona.
Después, Nadal se dejó caer de rodillas y extendiendo sus brazos mostró su alegría por la victoria más luchada del torneo de Conde de Godó, que había celebrado previamente en una secuencia de 2005 a 2009 y de 2011 a 2013.
Su victoria en Montecarlo la semana pasada fue el mejor aviso de que su mentalidad estaba cerrando viejas heridas. El nacido en Manacor, que suma ya 69 coronas como profesional, dos en la presente temporada, viajará ahora al Mutua Madrid Open, donde defiende final, con la intención de seguir su racha.
A sus 29 años, se está levantando de una de sus peores crisis y parece, por fin, haber recuperado definitivamente su mejor nivel de juego.