Por Matías Pouso (Corresponsal LBD en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires)
Rafael Nadal se coronó campeón de Roland Garros por octava vez en su carrera, en una final con más incidentes que buen tenis, venció a su compatriota David Ferrer por 6-3, 6-2, 6-3. Con este triunfo, Rafa se convirtió en el primer tenista en ganar un mismo Grand Slam en ocho oportunidades.
Ningún trofeo conoce la dentadura de Rafael Nadal como lo hace la Copa de los Mosqueteros, ya que por octava vez en la historia, el español le estampó su característico mordiscón al botín que se le otorga al campeón de Roland Garros.
Ni la llovizna, ni el público adverso pudieron quitarle el foco al mallorquín que en todo momento tuvo el dominio del encuentro. A los 27 años, logró su doceavo título de Grand Slam e igualó a Roy Emerson en el tercer lugar de los más ganadores de la historia, solo debajo de Pete Sampras (14) y Roger Federer (17).
El trámite del encuentro decisivo comenzó parejo, con largos peloteos y pocas oportunidades de quiebre. Ferrer sabía que sus chances vendrían por el lado del revés de su oponente, y por allí buscó hasta el hartazgo.
A Nadal le costó adaptarse a la táctica de su contrincante pero finalmente pudo asentarse en la línea de base y logró encontrar su derecha pesada para controlar los embates del valenciano. Moviéndolo de lado a lado, Rafa consiguió el quiebre fundamental en el 3-3. Luego mantuvo la ventaja y cerró el parcial en 40 minutos.
En la segunda manga, el tercer preclasificado logró adelantarse 3-0 en el marcador. Sin embargo el dominio en el resultado no coincidía con lo que se veía en la cancha, Ferrer dominaba los peloteos pero Nadal ganaba los puntos importantes. Estando 1-5 y con el saque de su rival el orgullo del David español le hizo recuperar un quiebre que no le sirvió de nada ya que en el siguiente game no solo perdió su saque sino también el set.
La llovizna demoró apenas unos minutos el final tan presagiado, el nivel tenístico fue disminuyendo a medida que el agua se hacía más densa. Quiebre tras quiebre fueron sumando juegos en el marcador, Ferrer estaba completamente entregado y tirando toda la carne al asador; del otro lado, Rafa daba muestras de serenidad y sobrada experiencia ante este tipo de compromisos.
Luego de dos horas y 16 minutos, el nacido en Manacor festejó su victoria número 59 en el Bois de Boulogne desplomándose sobre el polvo de ladrillo del estadio Phillippe Chatrier.
La última final disputada entre dos compatriotas había sido en 2004 cuando Gastón Gaudio venció a Guillermo Coria; en tanto que el último partido decisivo entre dos españoles fue en 2002, ese año Albert Costa derrotó al ex número 1 del planeta, Juan Carlos Ferrero.
Luego de siete meses fuera de las canchas, el mejor tenista español de la historia volvió a la cima del mundo del deporte. Es el mejor jugador de la actualidad y su próximo objetivo es recuperar la cima del ranking ATP.
En ese aspecto, corre con ventaja sobre el número 1 del mundo, Novak Djokovic , ya que de aquí a fin de año defenderá tan solo 45 puntos, mientras que el serbio tiene 6800 que revalidar.
Serena Williams venció en la final femenina a la campeona reinante María Sharapova. La número 1 del mundo venció a la nacida en Siberia por 6-4 y 6-4, levantó su segundo trofeo en Paris y el 16° de Grand Slam.