Por Daniel Campos (Corresponsal LBD en Palma de Mallorca, España)
El japonés Takuma Sato venció ayer en las 500 millas de Indianápolis, y suma así su segunda victoria en el mítico óvalo, en seis temporadas en Estados Unidos.
El ex-piloto de F-1 integrante del equipo RLL-Honda se llevó la edición 104º de la prueba americana por excelencia, en un gran duelo final contra Scott Dixon, quien fue un claro dominador de la prueba.
Pero el neozelandés de la escudería de Chip Ganassi, aguantó como pudo el stint final del japonés, que fiel a su estilo agresivo de manejo, empezó a fraguar su victoria cincuenta vueltas antes de la bandera blanca.
Tras un accidente que terminó con las aspiraciones del catalán Alex Palou contra el muro de la curva 1, los hombres que marchaban en punta se ajustaron a la última serie de paradas en boxes, sin tiempo para ensayar nuevas estrategias, Dixon y Sato fueron en busca del triunfo.
Fue entonces que Sato puso toda la carne en el asador, y se hizo con el liderato en la vuelta 158, manteniendo distancia de seguridad con Dixon de más de un segundo. A cinco giros del final, un tremendo accidente de Spencer Pigot quien golpeó contra el muro en dos ocasiones y acabó deteniéndose en la recta principal.
Las banderas amarillas avisaban que la carrera estaba neutralizada y todos los monoplazas se pusieron tras el pace car. Ya nada haría peligrar el merecido triunfo del japonés, quizá faltó un poco de emoción, un sprint final hasta la bandera ajedrezada, pero las 500 Indy ya eran historia.
Siguiendo con la tradición, el ganador subió al podio y brindó allí con un litro de leche.
Decepción española
En esta nueva edición de las 500 millas de Indianápolis, hubo presencia española y no sólo nos referimos a Fernando Alonso que acabó 21º, sino al joven piloto catalán Alex Palou que en su condición de “rookie” (debutante), sorprendió con un 7º puesto en clasificación con un Dale Coyne-Honda y en carrera llegó a girar en noveno lugar, pero terminó estrellándose contra el muro y abandonó.
En cambio, el asturiano a los mandos de su Arrow McLaren SP, en su tercera intervención en Indianápolis, acabó en 21º lugar tras sufrir con la poca velocidad punta de su auto y algún que otro problema mecánico.
Poco después de que Palou abandonara, ingresó en boxes y un problema con el embrague retrasó su salida de los pits. Pero tras retomar la carrera, otra vez tuvo que detenerse para cambiar el volante, cayendo hasta el último lugar.
Comenzó una remontada, pero de nada serviría el esfuerzo del español, acabaría en la vigésimo primera ubicación, a una vuelta del vencedor.
Clasificación final
1º Takuma Sato-RLL-Honda
2º Scott Dixon-Ganassi-Honda a 0,057 s.
3º Graham Rahal-RLL-Honda a 0,095 s.
21º Fernando Alonso-Penske-Chevrolet a 1 vuelta.
