Por Gabriel Torres (Hockey para LBD desde Leipzig, Alemania)

Culminó la Copa del Mundo en la ciudad alemana de Leipzig luego de cinco días de mucha adrenalina derramada en la pista del Leipzig Arena con la participación de las mejores selecciones del planeta. Una organización perfecta y nunca vista por este cronista y muchas cosas para copiar y entender sobre la manera en que se vive el indoor hockey. La selección holandesa se quedó con el título en ambas ramas.

Todo estaba preparado. Desde el primer día que comenzó esta copa del mundo, las selecciones alemanas de damas y caballeros tenían en claro que su destino era la final con el equipo que le tocase y por sobre todo era el premio de llevarse por tercera vez consecutiva el campeonato del mundo.

No pudo ser. Ahí es donde hablamos de una fiesta casi perfecta, ya que la alegría y acompañamiento de la gente, la organización y el entorno que le dieron a este campeonato del mundo se merecía el broche de oro para que sea enteramente alemán.

Pero el deporte tiene eso, por más que los equipos hayan sido los más regulares del torneo, hayan tenido una de las delanteras con más goles en lo que va del campeonato, ya que cada partido en la clasificación fueron demoliendo a los rivales de manera contundente y sin atenuantes.

Una vez superada la etapa más fuerte que eran los cuartos de final, empezaron a sufrir de partidos más duros. Por ejemplo en mujeres, ganaron los cinco partidos de la zona con un total de 30 goles a favor y 5 en contra, pero llegaron a los cuartos ante Polonia y solamente ganaron por 2 a 1 cuando faltaban pocos minutos.

En la semifinal la ganaron con autoridad por 7 a 0 ante un equipo austríaco que no pudo aguantar la presión alemana. Pero en la final luego de ir ganando por la mínima diferencia, las chicas de naranja consiguieron el empate y llevaron a las alemanas a los penales.

Ahí desde los doce metros y los seis segundos que cada penal australiano tuvo que realizarse, las mejores fueron las holandesas que se quedaron con el gran premio de ser por primera vez las campeonas del mundo en esta disciplina de precisión y velocidad.

Con los varones pasó algo muy parecido pero no pudieron llegar a la final ya que cayeron en un partido muy duro ante los holandeses en la segunda semifinal. Un resultado que nadie se lo esperaba ya que igual que con las mujeres, sus partidos fueron impecables llegando al nivel de casi la perfección en movimientos y definiciones sorprendentes.

Los de naranja prepararon un partido donde les salió todo lo que han pensado y a los alemanes no les salió nada. Con un gol tempranero y luego otro y otro más, fueron llevando al equipo anfitrión a la desesperación ya que la diferencia de tres goles no se podía bajar.

Faltando pocos minutos, los teutones apretaron a los holandeses hasta exprimirlos y no dejarlos salir, llegaron a la ventaja en contra de un tanto y Otte el goleador del campeonato lo pudo empatar faltando solo 40 segundos para el final.

Se vinieron los penales y todo parecía suponer que con la levantada de lo último del partido, Alemania entraría otra vez a su tercer final consecutiva en un mundial.

Una vez más como en todo el encuentro, se hizo aún más gigante el arquero Laurens Goedegebuure que estuvo presto a amargar la fiesta alemana y dejar sin chances ante un 2 a 1 en penales que fue el resultado final luego de haber empatado 4 a 4 en el tiempo regular.

De esta manera los holandeses pudieron conquistar el gran trofeo. Fue tan grande la decepción que las tribunas colmadas del Leipzig Arena que recibió a 4.000 personas que pensaban alentar hasta la afonía, permaneció en silencio varios minutos buscando comprender que había pasado.

Luego, se vino la final de los varones holandeses que superaron a Austria por 3 tantos contra 2 en un partido que comenzó muy tranquilo con buena ventaja para los chicos de naranja, pero en los últimos minutos los austriacos se acercaron en el marcador y casi lo empatan en el último córner corto del partido.

Los terceros puestos quedaron para las mujeres con el buen equipo de República Checa que le ganó a Austria por 2 a 0. En los varones la cenicienta del torneo que fue el equipo de Irán que por primera vez se pudo meter en la supremacía europea del indoor hockey al ganarle en cuartos de final a los rusos, cayó ante los alemanes por 13 a 2.

El espectáculo del Indoor Hockey

Luego de esta experiencia puedo decir con total franqueza que el hockey que se juega en la Argentina está muy lejos de lo que es Europa. Aquí todo está montado para un espectáculo, con tribunas llenas (hablamos de cubrir la totalidad de las butacas del Leipzig Arena con 4.000 personas) la cultura del deporte en su máxima expresión no solo desde los horarios en tiempo y forma sino de la organización para que el espectador tenga todo lo que necesite y no tenga que salir del estadio.

Los partidos comenzaban a las 8:30 de la mañana y terminaban excepto el último día a las 23 horas. Nunca se atrasaron. La seguridad, el confort de instalaciones y la calidad del evento hacen que muchas cosas puedan servir de ejemplo para mejorar lo que se tiene, pero es evidente que hasta el público está preparado para este deporte.

Es importante saber que la mejora de las instalaciones hace mejorar el deporte en su máxima expresión y las inversiones son aprovechadas al máximo en beneficio de los usuarios que esperan estos deportes de calidad.

Nuestro país va a ser sede en el año 2018. Es la gran incógnita de cómo se encaran proyectos de semejante magnitud sin una inversión a futuro. Solo nos queda mejorar viendo a los mejores como lo hacen. Quedará mucho por hacer, pero el primer paso está, ahora vendrán los siguientes.

Clasificación Final:
Damas
1° Holanda
2° Alemania
3° República Checa
4° Austria
5° Polonia
6° Ucrania
7° Bielorrusia
8° Australia
9° Sudáfrica
10° Bélgica
11° Kasajistán

Caballeros
1° Holanda
2° Austria
3° Alemania
4° Irán
5° Rusia
6° Suecia
7° Polonia
8° Suiza
9° República Checa
10° Australia
11° Sudáfrica
12° Canadá