Por Mauricio Zentner Lavori (Corresponsal LBD en Buenos Aires)

LBD dialogó en exclusiva con Seba Morales, alero fueguino que partió a los quince años para dedicarse a su pasión, el básquet; jugó un mundial con la selección argentina y hace tres temporadas milita en el Torneo Nacional de Ascenso. Hoy la vida le sonríe en Sport Club de Cañada de Gómez y, como yapa, va a ser papá por duplicado.

Detrás de esos 24 años de edad y 2 metros de altura se esconde una trayectoria que cualquier deportista que tenga planes de vivir del deporte envidiaría; sanamente, claro.

Es que mantenerse tres años consecutivos en la segunda categoría en importancia de la élite nacional, lejos de la familia y sobreponiéndose a situaciones límites en la adolescencia como abandonar a sus compañeros, dejar las salidas nocturnas y hasta desertar del viaje de egresados, no son cosas de todos los días.

Inició su carrera en Comodoro Rivadavia, donde se probó en Gimnasia; tuvo su experiencia quizás más recordada en el seleccionado de TDF durante los Juegos de la Araucanía donde fueron terceros y luego viajó junto al plantel U-19 de Argentina que disputó el Mundial de la categoría en Serbia. Al respecto subrayó: “Fue una experiencia muy linda. Haber tenido la posibilidad de viajar me hizo crecer profesionalmente”.

Los últimos antecedentes nos remiten al paso por tres equipos del TNA o Torneo Nacional de Ascenso. En 2010 hizo parada en Banda Norte de Río Cuarto donde disputó sus primeros encuentros oficiales mientras que en 2011 recaló en San Martín de Marcos Juárez. Al respecto comentó: “Fue un año duro. La peleamos siempre de atrás. Era un equipo de muchos jóvenes y terminamos descendiendo. No la pasamos bien”.

Pero la vida le trajo vientos de cambio. En agosto pasado recibió la oferta de Sport Club de Cañada de Gómez para integrar un equipo de la segunda categoría del básquetbol doméstico y no dudó en aceptar. La tercera es la vencida dicen…

“La ciudad es chica. Todo el mundo te conoce, sabe quién sos, te preguntan como salieron y hasta algunos se sacan fotos o te piden autógrafos. Noto que con el paso de los años se me conoce más en la liga, se me respeta más y por suerte desde que llegué acá estoy siendo protagonista. Tomo muchas decisiones y tengo la confianza del cuerpo técnico”.

En la actualidad deportiva no puede irle mejor. Lidera la Zona Sur con su equipo tras la quinta fecha de la segunda fase con 13.5 puntos, media unidad por delante de San Lorenzo, su escolta provisorio. Vienen de vencer a Huracán de Trelew con la actuación más pobre del certamen, pero con un rendimiento superlativo del fueguino, quién anotó 16 puntos y fue determinante. El próximo fin de semana vuelven a saltar a la cancha cuando visiten en Viedma al local Alianza.

“Vengo luchando estos años por jugar la Liga. Si no llego va a ser porque no me da para jugarla; no porque no hice lo posible. Se dice que el jugador tipo llega al mejor nivel a los 27; que ese es el momento de la madurez. A mi me falta un poco, je”, señala tímidamente.

Asimismo, no se guarda elogios para su profesión: “Soy un agradecido del básquet. Me dio todo lo que tengo. Hasta mi mujer…”

Pero su mayor alegría quizás pasa por lo extra deportivo. Hace pocos días recibió la noticia de que será padre por primera vez. “Estoy pasando uno de los mejores momentos de mi vida. Me siento cómodo jugando en Sport, las cosas están saliendo bien y encima me llega el premio de ser papá; ¡y de mellizos!”, cuenta.

Un baluarte más que representa la bandera provincial en el país.

Lujo entrevistarlo, un gigante.