Por Daniel Campos (Corresponsal LBD en Palma de Mallorca, España)
El holandés Max Verstappen con Red Bull se llevó el triunfo en Interlagos, escenario del GP de Brasil de Fórmula Uno. El joven piloto de la escudería de la bebida energética, esta vez, sí pudo vencer en el trazado paulista, que el año pasado le arrebató el vigente campeón Lewis Hamilton.
En un fin de semana con buen tiempo, en el José Carlos Pace, Max fue el más rápido en todas las sesiones, y con un registro de 1:07,508 se hizo con la pole position, dejando atrás a los Mercedes y a los Ferraris.
Con todo definido, tanto en el Mundial de Pilotos como en el apartado de Constructores, quedaba por dirimir el tercer puesto en el torneo de Pilotos, donde Leclerc y Verstappen fueron los más serios aspirantes.
El domingo, el día de la carrera, nada se salió del guión establecido, el de Red Bull se marchò en punta a pesar del ataque de Hamilton y Vettel.
El planteo de carrera del equipo Red Bull fue muy agresivo y efectivo a la vez, planteó una estrategia a dos paradas, porque las prestaciones de sus rivales, léase Mercedes o Ferrari, en sus monoplazas no eran las ideales.
Las primeras cincuenta vueltas de la competencia fueron normales, sin sobresaltos para una prueba de fin de temporada.
El plato fuerte llegó en las últimas veinte rondas, cuando el motor de Valterie Bottas dijo basta, el impulsor se rompió, provocando el ingreso del auto de seguridad.
Fue tiempo para que la mayoría de pilotos realizara su segunda parada en boxes. Verstappen seguía mandando en la clasificación general y todos se preparaban para la resalida.
El pulso entre Verstappen y Hamilton, tras la salida del coche de seguridad, lo ganó el holandés, quien no dejó avanzar al británico.
Un poco más atrás los dos pilotos de Ferrari, se preparaban para el ataque a los puestos que daban acceso al podio.
Sin órdenes de equipo por delante, sucedió lo inevitable. A seis vueltas del final, en el Descenso del Lago, los dos autos rojos se emparejaron, pero un leve toque entre ambos, provocó que el coche número 16 dellantara su neumático delantero derecho y el número 5 sufriera un pinchazo.
De esa manera tan brusca, los dos representantes del equipo de Maranello «se adherían» a los festejos de los noventa años de Ferrari en la Fórmula 1. Nuevamente apareció el auto de seguridad, y la carrera se relanzó faltando dos giros para la bandera a cuadros.
Aunque todavía faltaba un golpe de escena más. Hamilton intentó sobrepasar a Alexander Albon y acabó golpeándolo por detrás, provocando así la salida de pista del otro piloto de Red Bull.
Verstappen iba camino de su octava victoria, mientras Pierre Gasly con el Toro Rosso se hacía con la segunda posición en dura batalla con Lewis Hamilton que debió conformarse con el tercer puesto.
Terminaba la competencia, los comisarios de la F.I.A. investigaron el toque entre Hamilton y Albon y penalizaron con cinco segundos al británico, situación que provocó que el español Carlos Sainz accediera al podio por primera vez en su historia.
La Fórmula 1 baja el telón y la última cita será en Yaz Marina, Abu Dabi.