Por Daniel Campos (Corresponsal LBD en Palma de Mallorca, España)

El Real Madrid sigue haciendo historia y se consagra nuevamente vencedor de la Liga de Campeones. En la noche de Kiev, el conjunto blanco volvió a brillar ante un duro rival como el Liverpool, que sucumbió tras la lesión de Salah. Goles de Benzema y un gran Gareth Bale para sumar la decimotercera copa de Europa.

Ante 60.000 espectadores en el Olímpico de Kiev y con el arbitraje del serbio Milorad Mazic, Real Madrid y Liverpool se vieron por fin las caras.

Desde el inici del partido el conjunto de Klopp tomó la iniciativa, y buscó el arco de Keylor Navas. No dejó que el Madrid saliera con el balón jugando, lo ahogó en su campo.

Todo bien hasta el momento en que Salah se terminó dislocando el hombro en un forcejeo con Sergio Ramos.

El egipcio intentó seguir unos minutos más, pero el dolor era demasiado para el internacional africano. Luego al Madrid le tocaría sufrir otra baja, la de Carvajal, el lateral temía lo peor.

Otra vez una final y lesión, antes fue la de Milán, que lo dejó fuera de la Eurocopa, ahora, podría ser el Mundial?.

Todo continuó Lallana y Nacho reemplazaron respectivamente a los dos lesionados y siguió adelante el match. El Madrid aprovechó para tener más el balón y enfriar el juego.

Con el marcador a cero, de no ser por el gol anulado a Benzema por posición adelantada, se marcharon a los vestuarios.

En la segunda parte, el Liverpool tuvo que aprender a jugar sin su jugador estrella y apenas cinco minutos después empezó a perder la final.

Karius rechazó un balón sin importancia pero Benzema, insistente, no dejó escapar la oportunidad como ocurrió frente al Bayern.

El francés puso la pierna y éste se fue al fondo de las mallas. Era el 1 a 0 y otra vez la suerte le sonreía al Madrid.

Pero los ingleses volvieron a buscar el arco contrario y en un córner Mané remató para igualar el match.

Zidane preocupado puso a Bale, el galés que no contaba para el técnico francés en esta final, tras ver que a Isco a quien el partido le quedaba grande, el de Cardiff tuvo su gran noche.

Apenas tres minutos en el campo, llegó un centro de Marcelo, y de chilena a lo “CR7” en Turín, puso el 2 a 1 parcial.

El Liverpool siguió apretando y no daba por perdido el cotejo, pero aún faltaba la puntada final, desde lejos probó el galés y otro regalito de Karius.

Era el 3 a 1 y ahora sí el Madrid podía respirar tranquilo, la decimotercera “orejona” se marchaba para las vitrinas del Bernabéu.