Por Daniel Campos (Corresponsal LBD en Palma de Mallorca, España)
El rally más duro del mundo comienza este domingo en un nuevo escenario. Por primera vez desde 2009, el Dakar no se disputará en territorio sudamericano, pasamos de las dunas de Perú a las de Arabia Saudí a golpe de petrodólares. Fernando Alonso será de la partida.
El régimen saudí que dirige el príncipe heredero Mohamed bin Salmán, aseguró a la organización del Dakar de 75 millones de dólares durante los próximos cinco años.
La mala situación económica y social en América del sur también influyó para el cambio de escenario.
En el aspecto estrictamente deportivo, durante quince días, los más de 570 inscriptos deberán cubrir los 7856 kilómetros totales en doce etapas.
La primera etapa de la edición, número 42 del famoso raid, será entre Jeddah a Al Wajh con un total de 752 km y un especial de 319 km.
Los pilotos recorrerán distintos tipos de escenarios, cauces secos, montañas, dunas, pero con un denominador común, arena, con un 75 % de recorrido sobre el desierto.
Francia es el país con mayor representación en esta prueba y España es el tercero, donde destaca Carlos Sainz dos veces ganador de esta prueba, 2010 y 2018 con Peugeot y ahora con Mini buscará su tercer entorchado.
El debutante Fernando Alonso, a los mandos de un Toyota Hilux, contará con los servicios del pentacampeón en motos Marc Coma, como navegante.
El asturiano sabe que su condición de bicampeón del mundo de F-1 y campeón mundial de Resistencia, de poco le sirve de cara al nuevo desafío del Dakar.
Asume el reto con humildad y un poco de ansiedad, pero asegura que está listo para disfrutar y ser lo más competitivo posible. Veremos qué nos deparará las próximas dos semanas en territorio saudí.