Por Javier Nicolás Baroli (Corresponsal LBD en Río Gallegos)
Escándalo mundial sin precedentes. Novak Djokovic perdió la batalla legal frente a Australia y fue deportado. La decisión fue tomada de manera unánime por los tres jueces del Tribunal Federal, quienes analizaron el recurso presentado por la defensa del tenista.
La novela que tuvo en vilo al mundo llegó a su fin. Podríamos decir que fue derrota 6/0 6/0 para el Serbio ante la justicia de Australia.
Es que el tenista no encontró lugar a su planteo ante la justicia de ese país por lo que fue deportado y en el plano deportivo, no podrá defender su título en el Abierto de Australia.
Según medios locales, el tenista abandonó el país en un vuelo con destino a Dubái, operado por las aerolínea Emirates, que partió desde el aeropuerto de Tullamarine de Melbourne alrededor de las 22.50 hora local.
Tras la desición unánime de los tres miembros del jurado, Novak señaló estar “profundamente decepcionado” por la cancelación de su visado en Australia. Además la justicia de ese país determinó que Djokovic se enfrenta a una prohibición de regresar al país durante tres años.
En otro de los párrafos de la sentencia por parte del tribunal australiano se argumentó que Djokovic podría “alentar a la gente a emularlo” en la violación de las medidas contra el Covid-19.
Fin de una novela que puso en el tapete una discusión que corrió de plano lo deportivo para reavivar un debate que, más allá de las posiciones, debe adecuarse a las leyes de cada país como, al parecer, el Serbio no quiso hacer en Australia.
