Por Matías Pouso (Corresponsal LBD en CABA)
El tandilense obtuvo su primer título del año en el ATP 500 mejicano luego de vencer al sudafricano Kevin Anderson por doble 6-4 en una hora y 40 minutos. El triunfo lo catapultó al 8° puesto en el Ranking ATP.
Hace diez días, Juan Martín Del Potro caía en segunda ronda del ATP 250 de Delray Beach frente al joven estadounidense France Tiafoe.
Antes de comenzar ese torneo, el argentino había declarado no haberse preparado de la manera correcta para esa semana.
Ya instalado en el complejo Princess Mundo Imperial que alberga el torneo más importante en tierras aztecas, él mismo reconoció que esta semana sería especial ya que llegaba al 100% física, mental y tenísticamente. Un anuncio que terminó siendo presagio.
En una semana donde la mayor complicación se la presentó un viejo rival como David Ferrer (único en robarle un set), Delpo fue dejando en el camino a varios de los exponentes de la nueva generación del circuito.
Atrás quedaron los hermanos Zverev (Mischa en primera rueda y Alexander en semifinal) y Dominic Thiem en cuartos de final para llegar al partido decisivo ante Anderson.
En la final disputada en la medianoche del sábado argentino, Del Potro encontró en su revés con slice el arma para contrarrestar la potencia del sudafricano.
A pesar de ser dos de los mejores sacadores del circuito, el servicio no incidió en el trámite del juego.
Ese revés que tantos disgustos le dio al tandilense después de la cuarta cirugía en 2016, ayer fue el golpe defensivo clave en un partido que la defensa fue más importante que la ofensiva.
Este sábado utilizó este golpe como escudo para contrarrestar la potencia del sudafricano y también para incomodarlo, ese recurso terminó siendo clave para la obtención del título número 21 de su carrera en el tour.
Incluso ni necesitó invertirse demasiado para evitar el ataque a su revés, ya que su slice cruzado hacía que Anderson tuviera que agachar demasiado sus 2 metros 1 centímetros de estatura e inclinar su cuerpo hacia una posición muy incómoda para responder.
El primer quiebre llegó en el séptimo game, cada uno se había mantenido firme con el saque, hasta que el sudafricano le abrió una ventana de oportunidad que Del Potro no desaprovechó y consiguió el quiebre decisivo para quedarse con el parcial.
En el segundo set, el break se produjo en el tercer game. Una vez abajo en el marcador, Anderson mostró algunos problemas en la pierna izquierda, a tal punto que debió recurrir a la asistencia médica.
El argentino ya tenía la ventaja necesaria y consiguió sellar la definición en el primer match-point, con un saque ganador.
El triunfo le permitió a Del Potro seguir invicto ante este rival, ahora con siete victorias consecutivas en igual cantidad de duelos.
Este título fue el 21º en la carrera del nacido en Tandil, quedando a tan solo cuatro de José Luis Clerc, segundo tenista con más conquistas detrás de Guillermo Vilas (62).
Nueve de esos 21 fueron de categoría 500, otros once de categoría 250 y el más importante de todos hasta ahora, un Grand Slam.
También en Acapulco hizo su presentación Diego Schwartzman, quien no pudo superar la segunda ronda cayendo con el norteamericano Ryan Harrison.
En tanto que en el ATP 250 de San Pablo, siete tenistas argentinos accedieron hasta el cuadro principal: Guido Pella (llegó hasta segunda ronda), Nicolás Kicker (segunda rueda), Leo Mayer (alcanzó los cuartos de final), Carlos Berlocq (segunda ronda), Federico Delbonis (segunda rueda), Renzo Olivo (cayó en el debut) y Horacio Zeballos (de gran semana, accediendo hasta las semifinales).
La próxima semana se viene una gran cita, el primer Masters 1000 de la temporada.
La acción se traslada al desierto californiano de Indian Wells. Allí Roger Federer buscará defender el título y el número 1 del mundo que ostenta desde su triunfo en Rotterdam.
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